FYI.

This story is over 5 years old.

Cultură

Una uretra inconveniente

El embudo GoGirl nos da a las mujeres la oportunidad de tener un pene y poder orinar paradas.

¿Qué hay, chicas? ¿Listas para vaciar esas vejigas? Oh, esperen, no pueden porque están en público y sus uretras están en sus vaginas y dentro de sus pantalones por siempre. Bueno, por suerte para ustedes, el equipo de diseñadores de GoGirl inventó un embudo revolucionario que te ayudará con todas tus nefastas necesidades para orinar en público. (¡Cuesta cerca de $400 pesos!).

Fue tan rara la manera en la que me topé con esta cosa, porque cuando pasó, fue JUSTO cuando estaba hablando de qué tan estúpidas pueden ser las mujeres. Quiero decir, siempre nos terminan violando, no somos buenas en matemáticas, nuestra literatura es horrible y encima de todo, tenemos que orinar sentadas. Ugh, qué horror. Sin embargo, los embudos como el GoGirl y Fenis son una solución a este pequeño error biológico al darnos a las mujeres la oportunidad de tener un pene (bueno, algo así). Dirigido a las mujeres con un estilo de vida activo, ya sea que estés esquiando, acampando, escalando o asesinando focas, lleva contigo uno de estos dispositivos y mantente tranquila sabiendo que puedes orinar donde quieras.

Publicidad

Personalmente no tengo un estilo de vida activo, pero sí me hubiera gustado haber sido hombre –no tanto como otras personas, considerando que sigo siendo mujer, pero sí como para haber salido a comprar una de estas chingaderas.

Orinar en un embudo no es tan fácil como lo hacen parecer. No es por presumir, pero he orinado en público bastantes veces y es muchísimo más fácil que tratar de hacerlo en este pequeño cono morado. No sé por qué, pero por primera vez en mi vida tuve lo que podemos llamar "una vejiga tímida", la cual arruinó momentaneamente todo el orgullo que sentía.

Aún así encontré una manera de despejar mi mente para poder orinar. También me rehusé a bajarme los pantalones. Verán, poder sacarse el pajarito para orinar es uno de los atributos del género masculino, y algo que siempre he envidiado. He orinado tantas veces sobre mi ropa, que ahora tengo una técnica sólida para agacharme y vaciar mi uretra. Mi sistema lo establecí a base de prueba y error, así que cuando un dispositivo de este tipo se le presenta a este sistema, necesito ser capaz de tomarme la libertad de usar pantalones. De otra manera, estos avances tecnológicos simplemente estarían poniéndose al día con los trucos que ya le enseñé a mi vagina.

Bien. Así que aquí estoy orinando bajo la cruz en el corazón del Monte Real en Montreal. ¿Quieres saber por qué? Porque como ya te habrás dado cuenta, si le preguntas a cualquier chica que vale su peso en tetas: "¿Qué harías si fueras un hombre por un día?" siempre te va a contestar "orinar en _____". Tengo que admitir que eso es lo que más quería y lo veo como un gran logro: orinar en el centro de un gran crucifijo sin quitarme los pantalones. Sin embargo, esto es sólo una pequeña fracción de grandeza si lo comparamos con mi sueño de estar completamente desnuda y cagar en el centro del Vaticano.

Publicidad

Como sea, me aventuré a encontrar un segundo destino que realmente sacara el reprimido ego masculino que llevo dentro.

Ésta soy yo, haciendo mis cosas, orinando hacia una vista aérea de la Universidad McGill, cuando de repente…

¡Madres! Mi orina se escapo de la boca del embudo y bajó por mis pantalones, cálida como el sol de verano. Para ser justa, esto me aclaró que no debes traer pantalones mientras usas este dispositivo para orinar, pero como mencioné arriba, eso me valió madre. Así que aunque tuve suerte en la primera ronda, logísticamente esta cosa no tiene ningún sentido. Si no estás apretando fuertemente el embudo contra tu vulva para que se quede en su lugar, vas a terminar con los pantalones meados como una mujer que trató de orinar parada con los pantalones puestos.

Al final del día, quedé totalmente confundida por esta cosa y con un chingo de preguntas para las personas responsables.

¿Por qué CHINGADOS alguien usaría una de estas cosas? ¿Se supone que lo traigas en tu bolsa como si fuera algo normal? ¿Qué tan difícil es inclinar tu cuerpo de una manera que sea segura y así pasar un buen rato orinando? ¿Por qué este embudo cuesta casi $400 pesos? ¿Cuáles son las mujeres que sacan beneficio de esto? ¿Son tan viejas que no pueden ponerse en cuclillas correctamente? Si es así, tal vez ni deberían de andar en la calle, en primer lugar. ¿Realmente están generando dinero? ¿Era una broma? ¿Cómo es que una persona puede sentirse tan apasionada e inspirada por esta idea que decidió invertir en su fabricación? ¿Los manufactureros eran voluntarios?

Publicidad

Voy a comenzar mi propia compañía y se llamará "SKID MARX". Venderé pares de ropa interior con limpiaparabrisas inmersos en el tejido, sólo que los limpiadores tendrán forma de la cara de Karl Marx, para que cuando limpien las manchas de tus calzones, parezca que está lamiendo un delicioso manjar. Después se lo venderé a los empresarios trabajadores, porque han de estar taaaan ocupados que no pueden limpiarse el culo por completo y mi invento sería la solución perfecta para este inconveniente: el maldito residuo fecal del que siempre se quejan. VENDIDO.

En conclusión, me oriné en los pantalones.

¿No sabes leer? No importa, también filmamos a Kara con su intento de pene.

Más consejos para chicas:

Gárgaras urinarias

Lo que las chicas deben de saber sobre orinar al aire libre

Encontramos un calabozo de meados en un bar