Artículo publicado por VICE México.Tiempo después de conocer y ver cantar a Jorge Carmona, el “Lavoe de Tepito”, me di cuenta que en esa zona rumbera de la Ciudad de México existen otras figuras musicales que han surgido de ahí, otros personajes que de manera autónoma alegran cualquier rincón donde puedan colgarse de la luz, conectar sus bocinas y consola, afinar sus instrumentos, y comenzar el espectáculo. Así, tras escuchar de boca en boca y caminar sin un destino claro por el monstruoso tianguis durante un par de meses, fui conociendo la historia y una parte de la movida musical tepiteña.
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El Piraña y la Banda que Manda
En sus inicios interpretaba boleros con una pista y tocando su teclado en La Mexicana, bar ubicado en Azcapotzalco. No obstante, en Tepito, por distintos lugares y calles innovó cuando se puso a tocar canciones populares de salsa y merengue; estilos musicales que son su nicho, lo que le gusta al barrio porque van y vienen haciendo referencia a las drogas y el amor.El “Sapo del 69”, un popular y carismático monoso de la calle Jesús Carranza, fue quien le dio su patada de buena suerte, llevándolo a un bar del Barrio Bravo llamado Cuco Bongo, para que ahí ambientara las tardes de diversión y tragos que se viven día a día. Incluso ahora él tiene su propio local de micheladas —El Punto, ubicado en la esquina de Avenida del Trabajo y la calle Rivero— a donde invita distintos músicos hechos en Tepito para que los conozca la pandilla .
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Actualmente ya no cuenta con su estudio de grabación. Hace poco andaba por Canadá y vendió todo para traer el suficiente varo en los bolsillos. Su finalidad era irse a aquel país con todos los integrantes de La Banda Que Manda, ya que uno de sus mejores amigos que vive allá lo contactó con algunos establecimientos de Toronto. Ahora se le puede encontrar tocando todos los domingos, a partir de la tres de la tarde, y hasta que oscurece, en El Punto.
Jibaros de Tepito
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Tiempo después, y cuando ya tenía su propio equipo para trabajar y formar su conjunto, se separó de su suegro y cuñados. Al mismo instante se dio cuenta que en Tepito lo tropical es lo chingón. Los Jibaros incluso han fungido como una escuela para distintos músicos callejeros que se acercan a Ricardo pidiéndole una oportunidad; como ocurrió con el propio Lavoe de Tepito, la “Gallina” (ahora toca con Pepe Arévalo y Sus Mulatos), José Luis (forma parte de Los Típicos de la Salsa) o Hugo Humberto Vázquez (está con NK8 La Sonora).Hoy en día Julio, su hijo menor, también forma parte de los Jibaros de Tepito y otros conjuntos que se dedican a tocar en salones de baile de la ciudad, demostrando que el conjunto de su padre es toda un institución en el Barrio Bravo. Por este también han pasado su hermana Angie y Ricardo el “Jibarito”, hermano mayor que cada vez que le sea posible, y cuando su trabajo en un supermercado se lo permite, regresa a gozar de la salsa.
El gabo y N' Salsa Orquesta
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Desde que tenía 15 años inició a cantar y componer canciones con sus bandas de rock-pop Vinyl y Amber. Su gusto por cantar viene de familia, ya que varios interpretan ópera. Pero la mayor influencia que tiene es su papá: el clásico músico que para todas las fiestas familiares tiene preparado su acto.Al mundo salsero se inmiscuyó desde hace más de cinco años, cuando se hizo corista del grupo cubano Los Caballeros de la Salsa y comenzó a tomarle mayor aprecio a la música latina. Sin embargo, a La Facultad llegó gracias a sus valedores de La Clave Tepito, orquesta que le pasó el contacto de la coctelera. También está agradecido con el Piraña, quien comenzó a moverlo por algunos lugares del Barrio Bravo y uno que otro evento por los rumbos de Ecatepec, Tlalnepantla, Atizapán, etcétera.Los logros que tiene el Gabo dentro del mundo salsero es haber grabado junto a Edgar Rivas de La Fama Orquesta, quien fuera el timbalero de Oscar de León por un largo tiempo de su carrera. Igualmente ha colaborado con diversos cantantes boricuas. Pero su mayor fruto, el que lo llena de orgullo, es que ahora cuenta con N’ Salsa Orquesta, integrada por distintos músicos que se fue encontrando por los rincones de la ciudad, y teniendo así la oportunidad de abrir conciertos de artistas populares como Maelo Ruiz, o también presentarse en los distintos foros y salones de baile dedicados a la salsa como La Maraka, Mambo Café, Salón Caribe, entre otros.
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La Clave Tepito
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Dentro del ambiente que genera La Clave Tepito en el Cuco Bongo sobresale Cristo, un boxeador del Barrio Bravo que algunas veces hace de bailarín del grupo de Pacheco y Erick, con un estilo caleño y chilango. También, algo peculiar con lo que cuenta esta agrupación son sus cantantes, quienes llegan de países como Cuba, Venezuela o Colombia, y suelen presentarse en diferentes eventos de salsa, en lugares populares de la ciudad como Mamá Rumba. Uno de ellos es el parcero Cristián Zalazar, quien ha tenido la oportunidad de ser corista de Maelo Ruíz, David Pavón o el Grupo Gale.
Son Poquitos
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Ellos, como los Jibaros, han sido una institución para los músicos de Tepito. Dentro de su bagaje sobresale Silvia, quien por un tiempo se encargó de la flauta de Son Poquitos y dio el brincó a la orquesta de Pepe Luis; incluso tocó el saxofón con Willie Colón. Y otro claro ejemplo es el “Cucharín Jr.”, considerado uno de los mejores percusionistas de México; él toca en Los Santaneros de Pepe Bustos. De hecho suele enseñarles a los nuevos timbaleros del Barrio Bravo sus conocimientos..Son Poquitos, a lo largo de su carrera, han alternado con Willie Colón y El Gran Combo. También se presentaron en distintos programas de televisión conducidos por Guillermo Ochoa, Veronica Castro y Paco Stanley. También en los salones de baile más populares de la Ciudad de México: Antillano, California Dancing Club, Los Ángeles, entre otros lugares donde se valoran las composiciones más famosas de Miguel Matamoros o Arsenio Rodríguez. Hoy los recuerdos que acompañan a Daniel son los homenajes que organizaban en La Esquina del Sabor para su hermano Feyo, año con año, justo donde se originó Son Poquitos, demostrando que la música que interpretan sigue perdurando hasta el día de hoy, cuando a una de las leyendas del Barrio Bravo aún, de vez en cuando, se le puede ver gozar de la música tropical con La Banda Que Manda o La Clave de Tepito.