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masturbación

"Nada sería igual otra vez": algunas personas nos cuentan sobre la primera vez que se masturbaron

"No sé qué hice pero esto es lo mejor que he sentido en mi vida".

Perder la virginidad, el primer orgasmo, la primera vez que te enamoras, o el primer gol para tu nuevo club: estas son algunas experiencias vitales que se quedan contigo y te abren un nuevo mundo de posibilidades. La masturbación es una estas, ya que se convierte en una de las actividades más importantes en el desarrollo sexual del ser humano, además de ser la manera más efectiva para conocernos y saber qué nos gusta o no.

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La primera vez que me masturbé lo hice sin saber qué era lo que estaba haciendo con mi cuerpo. Había visto algunas pistas en televisión, pero nada que me hiciera saber exactamente cuál era el proceso. Fue algo más parecido a una "respuesta/reflejo", ya que sentí que el movimiento que estaba haciendo era algo placentero y seguí hasta que ya no pude más. Y ahí acaba la historia, porque siento que estoy escribiendo un guión de porno barato.

Mejor, para honrar ese milagroso descubrimiento en la vida de todo ser humano, le pregunté a varias personas sobre la primera vez que se tocaron y encontraron el gran arte de la masturbación.

DESCUBRÍ QUE DESPUÉS DE MASTURBARME ME DABA SUEÑO

La primera vez que lo hice tenía cuatro años más o menos. Recuerdo que fue un descubrimiento muy loco para mí, ya que me di cuenta que después de hacerlo automáticamente me daba sueño. A veces cuando quería quedarme dormida lo hacía, pensando que era una manera de encontrar el sueño.

La verdad no tenía ni idea de lo que estaba haciendo; sólo sabía que sentía placer. Por eso lo comencé a hacer muy seguido en las noches. Cuando mis papás me acompañaban a dormir esperaba a que se durmieran ellos para poder masturbarme. Ya después se convirtió en algo muy intuitivo. No tenía la menor de idea de lo que estaba haciendo, sólo lo hacía por instinto. —Andrea, 23 años.

VI PORNO EN CONJUNTO CON SEIS AMIGAS

Una vecina que también era mi amiga me invitó a su casa porque no estaban sus papás ni su hermano. Éramos como seis niñas y teníamos entre 14 y 15 años; no me acuerdo bien. Como no estaba su hermano que era mucho mayor que ella, decidimos husmear un poco entre sus cajones. Encontramos, obviamente, lo esperado: pornografía de primera. Así que lo pensamos un poco pero nadie dudó de que era una buena idea ver porno en conjunto. Nos preparamos en la cama y pusimos el video, el cual estaba ya bastante avanzado, directo en la acción.

Era la primera vez que veía porno a todo color, sin la interferencia que aparecía en el canal 99 de la televisión. Fue muy excitante, porque al mismo tiempo tenía que controlar mis hormonas porque había más niñas ahí, pero también sabía que todas estábamos sintiendo algún tipo de "calentura". Aunque esta historia pudo acabar como una película porno, no fue así. Nos reímos un poco, seguimos viendo como 15 minutos más y después decidí decirles que iría por algo rápido a mi casa. Un orgasmito y regreso, chavas. —Daniela, 25 años.

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DE MANERA NATURAL

La primera vez que me masturbé habré tenido diez años más o menos. Estaba en quinto o sexto de primaria, poco antes de que mis compañeros y yo nos convirtiéramos en unos pubertos irredentos. No recuerdo haber escuchado antes de ese momento sobre la masturbación; en mi caso ocurrió "de manera natural". Estaba en mi cama con una erección y me di cuenta de que si presionaba o frotaba mi pene contra el colchón se sentía bien. De ahí la acción pasó a mi mano, pues es obvio que de esta manera uno tiene mejor control de la situación.

Seguí con los movimientos necesarios y noté que entre más lo hacía mejor se sentía. Entonces llegué al tan esperado desenlace y fue una de las mejores sensaciones que he tenido: la primera vez que sientes un orgasmo. Nada sería igual otra vez (a excepción de la primera vez que coges, claro). —Álvaro, 31 años.

TODO GRACIAS A THE FILM ZONE

Hace tiempo, en cuarto o quinto grado, mi mejor amiga (que se había ido a vivir a Estados Unidos) vino de visita a la escuela. En el receso nos medio contó que se masturbaba, cómo funcionaba y demás. Ella siempre ha sido sexualmente más abierta que el resto de mis amigas, así que me contó con bastante detalle que se tocaba con almohadas, que se sentía muy bien y que lo hacía mucho en su casa, que era como una "explosión". Me pareció super extraño y "prohibido", porque yo pensaba que uno no tenía que andar tocándose ahí.

Meses después de lo que me dijo mi amiga, estaba pasando los canales y vi una escena súper tonta: era una pareja besándose apasionadamente, y sentí unas "cosquillas" raras en mi vagina. Quizás era el comienzo de mis hormonas manifestándose. Ahí me acordé de lo que había dicho mi amiga y me empecé a medio tocar, con mucho miedo. Como se sintió bien seguí lentamente. A medio camino, ocurrió el boom loco de orgasmos, y me sorprendí mucho ya que no sabía que chingados había hecho. Me dije a mi misma "no sé qué hice pero esto es lo mejor que he sentido en mi vida".

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Me obsesioné. Luego de eso pasaba todos los canales de la televisión intentando encontrar algo que me hiciera sentir esas "cosquillas" para empezar a tocarme. Recuerdo que me quedaba horas intentando buscar algo en esos canales de películas porno doble XX de The Film Zone o algo así. Mi decodificador por alguna razón no agarraba muy bien el famoso canal 99, pero sí se veía algo entre esas rayas de señal distorsionadas en blanco y negro. Igualmente escuchaba el ruido de gente moviéndose o gimiendo; a veces se veían partes de los cuerpos desnudos. Sentí que había encontrado el oro. Las primeras veces que me toqué fueron por encima, acariciando mi clítoris sin necesidad de meterme dedos. Ya más tarde, encontré porno gracias a Ares, y ahí fue cuando empecé a meterme los dedos. —Victoria, 26 años.

LLORÉ LUEGO DE MASTURBARME

Cuando era chava mi papá tenía comprados los canales porno de la televisión de su recámara, pero necesitabas clave para verlos. Un día estaba viendo la tele y por casualidad caí en esos canales. Al parecer mi papá estuvo viendo porno la noche anterior porque estaban desbloqueados y pasaban una película de dos mujeres tocándose. Estar viendo eso me llamó mucho la atención, y empecé a tocarme al igual que las chicas en la televisión para ver qué se sentía o si realmente era tan placentero como se veía en pantalla. Empecé a hacerlo y quizás no tuve un orgasmo como tal, pero se sintió muy bien y gracias a eso lo hice un par de veces más. ¿Por qué no dos veces más?, pensé. Lloré luego de masturbarme, debido a que me sentí sucia y no sé, algo parecido a un sentimiento de culpa muy extraño que tuve después de hacerlo. —Nakira, 24 años.

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LA POPULAR MODELO DE TELEVISIÓN HIZO SU TRABAJO

Tenía para ese entonces diez años. Recuerdo que hace pocos días había acabado las clases y ya estaba disfrutando de mis vacaciones de verano. Cómo aún era un niño sin responsabilidades, tenía mucho tiempo libre. En esa época ver televisión era una regla y esa mañana durante un programa de farándula, vi a Chiquinquirá Delgado, una modelo famosa.

En su momento sentí gran deseo por ella, así que instintivamente concluí que debía hacer algo. Estando en el baño, semidesnudo, comencé a acariciarme mi pene infantil hasta que comenzó una nueva sensación que terminó en mi primer orgasmo. Había descubierto el tan anhelado paraíso. Desde entonces soy usuario de este boleto humano al nirvana.

—Harold, 22 años.

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