El Desplome

¿Y qué pasa si no queremos ser madres?

Ni ahora, ni más tarde, ni nunca.
¿Y qué pasa si no queremos ser madres?
Fotografía Vice Staff

Estoy perfectamente consciente de que la maternidad no es un deseo que me surja en el cuerpo. No lo siento. Me toco el útero y al pensar que allí podría haber vida humana siento repulsión, angustia. Desde que decidí expresar mi voluntad en público, me he tenido que enfrentar a una serie de mujeres y hombres que me señalan que “ya me va a pasar”, que ya lo voy a

sentir”, que “ya me voy a dar cuenta de que voy a tener ganas”. Son las mismas voces que en su lugar de ginecólogxs, médicxs y efectores de la salud,  convencidas de que la maternidad es el único destino posible de las mujeres felices, se rehúsan a ligarle las trompas a chicas jóvenes o a recomendar métodos anticonceptivos que puedan causar infertilidad para siempre dejar “una opción”. Yo he escuchado las historias de cientos de mujeres, amigas y desconocidas, que narran cómo tienen que luchar con el sistema de salud para que entiendan que no tienen ganas de ser mamás. Ni ahora, ni más tarde, ni nunca