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Cultură

El juego de La Botota

El show transformista gay más famoso de Chile.

Foto vía.

“Pobre” o “Tírame agua” son frases que parecen estar cada vez más dentro del vocabulario de los jóvenes chilenos. Si bien en un primer momento podrían parecer despectivas o que incitan a la violencia, la verdad es que son parte de la rutina que al menos cuatro veces a la semana Stephanie Fox realiza generalmente en antros gay, pero que poco a poco se han ido expandiendo incluso a presentaciones en empresas y que la han llevado a ser un éxito en internet, con más de cinco millones de reproducciones de sus shows en Youtube.

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En Chile existe una escena under gay con shows de transformistas que no sólo bailan o hacen espectáculos al estilo vedette, sino que también complementan con stand-up comedy de alto contenido sexual, y que cada vez están ganando más seguidores, incluso entre heterosexuales.

La principal responsable de este auge de los shows transformistas es Stephanie Fox, quien se posiciona como la más existosa del grupo, ya que ha logrado vivir de su profesión gracias a los más de cuatro shows que hace por semana y que la han llevado a varios puntos del país, pero además porque es la única del rubro que tiene éxito en redes sociales. La Botota, como le dicen cuando se sube al escenario, tiene desde hace dos años su propio programa vía Youtube llamado El juego de La Botota, que acumula más de cinco millones de reproducciones, mientras que en Twitter ha logrado ya cerca de 30 mil seguidores. Esto, según ella, la ha ayudado a explotar su carrera y la ha llevado a presentar su show de stand-up comedy para adultos en diferentes eventos de empresas o incluso en universidades.

Fox comenzó su carrera a los 21 años, luego de que su madre falleciera, en una pequeña ciudad llamada Los Andes, a poco menos de cien kilómetros desde Santiago de Chile. Comenta que en sus inicios, hacía su show en bares y discos gay de la zona en donde le pagaban tres mil pesos chilenos, algo así como seis dólares por noche, lo que según dice no le alcanzaba ni para el taxi. De esta forma, por años se mantuvo presente en el circuito solamente por “el amor al arte”, como dice ella, pues la paga no era para nada suficiente como para vivir de la actividad.

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Así fue hasta el año 2006, cuando se presentó a una competencia de belleza para transformistas de Fausto, un antro de Santiago que se caracteriza por espectáculos de este tipo. Luego fue invitada al reality show vía Youtube Amigas y Rivales, donde pudo compartir con otras transformistas con mucha mayor trayectoria que ella.

Desde ese momento, la carrera de Stephanie Fox comenzó a subir como espuma. El Juego de La Botota ya va en su cuarta temporada y ahora cuenta con auspicios y con invitados famosos de la televisión que cada semana la acompañan en su show. De hecho, ha sido tanto el éxito que el programa que se graba en vivo  semanalmente en Fausto, ha sido trasladado a más de ocho ciudades del país, desde donde luego se emite el episodio.

Vi un show de Stephanie Fox por primera vez en un club de Viña del Mar, una ciudad a un poco más de 120 kilómetros de Santiago. Ahí, fue la encargada de terminar con su rutina un show que duró cerca de 45 minutos, en el que participaron unas 20 personas con coreografías de Britney Spears, Beyoncé y Madonna.

A La Botota no le gusta bailar, por eso generalmente sólo mueve sus labios intentando imitar alguna artista famosa, para posteriormente comenzar a hablar. En ese momento, el público de casi mil personas atiende en silencio, algo muy raro para un antro a la una de la mañana. Ahí, y por casi media hora, Fox hace de las suyas subiendo a gente al escenario para que bailen, para que le tiren agua o simplemente para burlarse de ellos, quienes suben felices sabiendo a que al final, se ganarán un trago gratis.

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Hablé con La Botota vía Skype, pues casualmente nos encontrábamos muy lejos en ese momento. Ahí, sin maquillaje ni pelucas, Miguel Ángel, su nombre real y personalidad con la que vive la mayoría del día, dista mucho de lo que de noche se vuelve una artista que se para y hace reír a miles de personas. Logramos hablar por largo rato, en una conversación donde me mostró su forma de ser mucho más tranquila que la de su personaje, y en la que incluso me mostró a su novio por la webcam.

VICE: ¿Como te hiciste conocida masivamente?
Stephanie Fox La Botota:Yo antes tenía otro programa, pero cuando se terminó, yo dije que no me iba a quedar así no más. Así que con mi pareja de ese momento, comenzamos a transmitir por twitcam. Y como me conocían ya por el reality, la gente me siguió. Después lo hicimos más profesional y lanzamos los videos por YouTube.

¿Cómo ha cambiado tu vida luego de estos éxitos?
Ha aumentado la gente que ve el programa. Lo raro es que la mayoría de la gente famosa se hace conocida por la tele, pero yo lo logré por YouTube. También me pasa que ahora te pagan mucho más, incluso puedo vivir de mis shows. Además, te dejan pasar en los antros y te regalan alcohol, es mucho más fácil ahora [risas], no como antes, que era pobre. Por ejemplo puedo ganar más de 500 mil pesos [unos mil dólares] en un fin de semana, pero antes me pagaban una miseria, ni para el taxi me alcanzaba. Además ahora viajo con todos los gastos pagados, y aprovecho de conocer mi país.

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¿Cuándo no estás en tus shows, cómo te vistes?
Así como me ves ahora, de hombre. Aunque igual me reconocen en la calle a veces. Lo bueno es que me felicitan. Ayer estaba en una fiesta vestido de hombre, y todos los colas [gays] que estaban ahí estaban locas conmigo: “Ay, tu erís La Botota, me encantái, siempre te veo”, me decían. Siempre la gente me entrega cariño.

¿Te han invitado a presentarte en lugares que no esperabas?
Me invitan harto a universidades. Y el año pasado me invitaron a la fiesta del fin de año de una empresa, en un casino. Y uno queda negra de lo sorprendida, como que no te lo esperas. Porque siempre llevan a gente de la tele, y yo decía “¿Cómo ahora llevan a esta pobre y triste huevona?” Y además te pagan muchísimo, así que es bien bacán.

¿Existe buena relación entre las transformistas en el circuito?
No, no mucho. Es que esto es como tener otras compañeras de un trabajo cualquiera. Con peleas, envidia, chismes, con muchas amistades falsas.

¿Después de tus shows qué haces?
Me saco fotos con la gente, y después me quedo en la fiesta, como para hacer más entretenido el trabajo.

¿En el día qué haces?
Uy, no sé, no mucho. Arreglo la peluca. Nada la verdad, trato de descansar. Me levanto como a las 12 del día, porque trabajo hasta tarde.

¿Cómo te va con tus relaciones?
Igual me va bien, pero no soy un sex symbol. Eso sí, estoy pololeando [de novio], hace un mes y medio. Yo tengo 30 y él 19 [risas]. Es que igual me veo joven, porque me cuido, entonces ni se nota.

¿A los heteros les gustan los transformista?
Sí, totalmente, pero solamente mientras sea el personaje que los hace reír. Pero en general, como que no les gusta mucho la cola [gay] vestida de mujer. Se alejan, no lo entienden.

¿Pero de forma sexual?
No, no tanto. Les da miedo.

¿Qué te gustaría hacer en el futuro?
Comprarme una casa y un auto. Y llevar mi programa a la tele, creo que tengo potencial. Sino, ser panelista de algún programa, eso también sería bueno.