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Frescómics

Soy Pirata

¿Cómo se puede ser depresivo y hacer sonreír al tiempo? Pues la dibujante colombiana 'Pirata' lo logra en sus páneles por medio de referencias sutiles, giros del lenguaje y un refinado sentido del humor.

Estaba hace un par de meses comiendo en un restaurante del Park Way en Bogotá con mi amigo el dibujante de cómic Felipe Camargo, cuando le pregunté si conocía una chica que hiciera cómic. Sin dudarlo me respondió: Pirata.

Pirata es el nom de plume , alias o pseudónimo artístico de Tatiana Ríos una dibujante colombiana de cómic, que a mi modo de ver podría catalogarse como una especie de twittera gráfica del amor y el desamor.

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Si mezcláramos el cinismo desalmado y descorazonado de los tweets sobre el amor de @cucharitadepalo con los personajes adolescentes urbanos de los cómics de @helllllen tendríamos un híbrido mutante de cadena desoxirribonucleica similar a los dibujos de Pirata.

Los dibujos de Pirata me recuerdan a esos personajes del cómic Jin & Jam: Jóvenes adolescentes que escapan del colegio para fumar o simplemente para pasarse el tiempo siendo cool, o al menos creyendo firmemente que son cool; convencidos de que conocen todo sobre la vida, y especialmente que conocen todo sobre el amor, pero al final o incluso a mitad de camino, resultan estrellándose brutalmente con la realidad en una onda de choque supersónica similar a la que produjo el Sukhoi Su-15 que hizo estrellar el MIG 15 de Yuri Gagarin en Novosloyovo el 27 de Marzo de 1968 y de la cual no quedó ningún sobreviviente.

También es cierto que el estilo de dibujo de Pirata se puede enmarcar dentro de la tendencia PowerPaolesca que algunos denominan "dibujo chungo"; es decir dibujos emotivos pero no necesariamente correctos desde un punto de vista académico tradicional. Este estilo de "dibujo chungo" efectivamente tiene a su mejor representante en la gran PowerPaola, y su trilogía épica caleña Virus Tropical (Que por cierto si alguno no la ha leído es importante que lo hagan) se caracteriza por una renuncia al virtuosismo formal que usualmente se asocia al cómic, para dar énfasis a la narración, las emociones, los textos inteligentes y las construcciones de los personajes a partir de situaciones que generan mucha empatía en los lectores. Para darle un poco más de rigor académico, podríamos reemplazar el término "dibujo chungo" por algo así como "expresionismo urbano latinoamericano" y así darle un valor a esa incorrección del dibujo desde un punto de vista emotivo. Que en el caso de Pirata es importante para comprender su obra.

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En la página de Tumblr de Pirata encontré unas acertadas palabras acerca de su trabajo, escritas por uno de sus followers, así, the-eyesofsorrow dice:

"Tu arte me encanta…algunos son tan depresivos que te hacen sonreír".

Y es cierto ¿Cómo se puede ser depresivo y hacer sonreír al tiempo? Pues pirata lo logra en sus páneles y dibujos, por medio de referencias sutiles, giros del lenguaje y un refinado sentido del humor que hacen que al final uno efectivamente se ría de la desgracia del personaje cuyo amor no es correspondido, o cuyas ilusiones son despedazadas por la crueldad de la vida.

Pero bueno, para ser justos, aunque el amor sea el tema central de Pirata, no todos sus cómics son necesariamente trágicos, en el cómic titulado fin de semana (Llueves, Vienes, Sábanas, Dormimos) se narra algo tan sutil y dulce que podría arriesgarme en este punto a catalogar el trabajo de Pirata como una pequeña poesía gráfica, un haikú de la normalidad más trascendente y sublime, cinematográficamente ejecutado con la economía del coloreado de personajes adolescentes en Photoshop.

Tal y como nos lo vaticinó Shakespeare, el amor es esencialmente un asunto adolescente y juvenil, desde esta lectura es perfecto que el cómic y el amor estén juntos, porque son una pareja irresponsable y despreocupada; como el felino antropomórfico (estilo Thundercat de Chapinero) que recibe el flechazo de cupido por la espalda, para al final del tercer panel de la historia descubrir de forma sardónica que no era una flecha sino nuevamente un puñal. Arriba el amor, abajo el romanticismo.

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En otra de sus tiras vemos en los primeros páneles a una de estas chicas felinas en su habitación, claramente de una ciudad latinoamericana, enojada porque el ruido de sus vecinos teniendo sexo le recuerda insoportablemente su soledad, en los páneles siguientes descubrimos que en realidad esos ruidos no son de sexo, sino provienen del corazón del gato vecino, que palpita por ella al otro lado del muro mientras observa su retrato. Lo cruel aquí no es el desencuentro, lo cruel es que nosotros como lectores estamos completamente al tanto de la situación sin poder hacer nada. Invirtiendo el adagio popular: Ojos que sí ven, corazón que sí siente.

Estos gatos que suele dibujar Pirata no son ágiles, ni tampoco enteramente tiernos como los que pillamos en Internet. Son frágiles, pero al mismo tiempo fuertes, porque pareciera que también la ciudad los ha hecho bastante cínicos ante las situaciones; en la serie de dibujos del horóscopo, Pirata recrea situaciones para cada signo con sus felinos, así Capricornio recibirá flores, pero el día de su funeral, Tauro tendrá un viaje, pero a comprar huevos en la tienda, y Escorpión será abducido por extraterrestres, pero lo disfrutará.

Esto gatos parecen sorprenderse con la rudeza del amor, pero al mismo tiempo parecen estar acostumbrados a ella, dan la impresión de siempre ir buscando esa felicidad e intensidad eléctrica del romance, sin importar cuántas veces les puedan romper el corazón, quizá en el fondo se trate de una metáfora para señalar que nadie muere de amor y que, como los gatos, los corazones tienen siete vidas.

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Para ver más del trabajo de Pirata síguela en sus redes:
Facebook, Blog, Flickr, Twitter, Instagram, Behance.

Sigue el trabajo de Adalberto en su página: electrobusdista.com y en su Twitter:@electrobudista.