Drogas

Hablamos con Fernanda, la 'abuela marihuana' que podría ir a la cárcel por cultivar para personas enfermas

Fue la primera cultivadora legal de nuestro país y ahora se enfrenta a cuatro años de cárcel por cultivo y distribución de marihuana.
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Fotografía de la izquierda cortesía de Fernanda de la Higuera. Fotografía de la derecha vía

Fernanda de la Higuera es una mujer de 76 años conocida como “la abuela marihuana” por su relación con la lucha por la legalización del cannabis en España. Fue la primera cultivadora legal de nuestro país, pero ahora es noticia por enfrentarse a 4 años de cárcel por cultivo y distribución de marihuana.

Le incautaron diez kilos de marihuana que servían para abastecer a más de un centenar de personas que formaban parte de la asociación Marias x Maria, que creó ella misma para señoras que la necesitaban como terapia y no la podían conseguir en el mercado negro porque no estaba a su alcance.

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Ahora desde Infocannabis, el colectivo que la está apoyando en todo el proceso, junto con otros que luchan por la legalización de la marihuana, se está organizando una #marchaverdexfernanda para protestar por lo que consideran una injusticia y se vuelva a hablar de la legalización del cannabis. Hablamos con Fernanda para conocer un poco más su labor como activista y para saber cómo le ha afectado este juicio que le espera y el apoyo que ha recibido por parte de federaciones y consumidores.

VICE: Hola Fernanda, nos puede explicar un poco de qué la acusan y qué piensa usted sobre esta acusación. ¿Cuántas veces la han juzgado?
Fernanda: Me acusan de cultivar y distribuir marihuana para los compañeras de la asociación cannabis [Marias X Maria] que consumen por motivos de salud. Es la tercera vez que me juzgan por cultivo de marihuan, nunca pensé que volvería estar en esta situación cuando además he sido absuelta en las otras dos ocasiones anteriores. Espero que ésta sea la última.

¿Qué supone para usted ser juzgada y enfrentarse a una pena de cárcel de cuatro años?
Un disgusto, una preocupación y algo que no me puedo imaginar con los años que tengo. Lo de la cárcel no me deja dormir. En otras dos ocasiones he sido juzgada y absuelta por cultivo, como te decía, por lo que yo estaba convencida de que estaba haciendo algo que podría hacer, y más cuando se trata de algo que hago para ayudar a compañeras que lo están pasando mal.

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Es considerada una de las activistas procannabis más conocidas de España, ¿cómo se ha ganado el respeto de toda una comunidad?
Pienso que probablemente se me respeta porque no he tenido ningún interés más allá de compartir con buenas amigas un "trocolo". No estoy ni he estado involucrada con ningún tipo de negocio de cáñamo. Mi amor por esta planta es un amor a primera vista. Al fin y acabo como dice un dicho chino: "Si quieres ser feliz toda la vida, cultiva flores".

¿Cómo consiguió ser la primera cultivadora legal de marihuana en España?
Porque tuve un magnífico abogado que pudo demostrar que tenía una vida personal y profesional totalmente normalizada y que mi cultivo era solamente para mi automedicación.

¿Cuándo y por qué decidió crear Marias x Maria?
En el año 2012, cuando me dieron el premio del Museo del Cáñamo de Barcelona y era por aquel entonces un proyecto en mi cabeza. En los siguientes dos años cumpliendo con todos los requisitos que nos pedía la ley de asociaciones, el proyecto se hizo una realidad. La intención era que todas aquellas personas que por su salud lo necesitaran, pudieran acceder a la marihuana.

¿Cuál fue su primera experiencia y por qué empezó a consumir?
Mi primera experiencia no la recuerdo exactamente, pero sí recuerdo momentos magníficos de los 70 donde compartir un porro era como beberse un cubata.

¿Con qué inconvenientes se ha encontrado como cannabicultora? ¿Cómo ha cambiado a lo largo del tiempo el cultivo y consumo de marihuana?
Los amigos de lo ajeno. Lo peor no es la Guardia Civil, son los ladrones. Y sobre el cultivo y el consumo ahora, la verdad es que ahora sabemos muchísimo mas, hay más semillas, más variedades de tierras, tenemos mucha más información…

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¿Cuál es el límite para usted respecto lo que se considera tráfico y lo que no?
Según la ley no hay una cantidad en concreto para determinar cuándo se considera tráfico y cuando no. La cantidad es importante pero no es lo único único. También dependen las circunstancias, si una persona es consumidora o no, si hay antecedentes penales… Piensa que para un fumeta, fumarse 10 porros al día puede ser muy habitual, lo que son casi 4 kilos al año. Hay jurisprudencia que ha admitido un consumo propio de hasta 20 gramos al día, lo que es equivalente a 7 kilos al año.

¿Qué leyes deberían cambiar respecto al cultivo del cannabis?
Muchas, pero sobre todo autorizar nuestro autocultivo y nuestro autoconsumo para no tener que acudir al mercado negro.

¿Cómo hubiera sido su vida sin la marihuana? ¿A qué le ha ayudado?
Probablemente no tendría tan buen sentido del humor. He tenido muchos momentos difíciles. Estaría sin duda en manos de los opiáceos que prescribe el médico de cabecera y que son muy adictivos. El cáñamo en cambio, no.

¿Por qué cree que lo prohíben?
Por intereses económicos. Cuando descubrieron las fibras textiles derivadas del petróleo (nylon, tergal , etc.), para potenciar su uso prohibieron el cáñamo tanto para su uso en fibras como para el uso médico. Al principio solo fue Estados Unidos, quienes en 1937 prohibieron el uso del cáñamo, que se utilizaba como fibra textil, combustible ecológico o para la elaboración de la celulosa o papel. Lo hicieron para potenciar el petróleo. Más tarde fue cuando todos los países lo empezaron a prohibir.

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¿Qué es lo que más le gusta del cáñamo?
Del cáñamo me gusta todo, hasta su andares, o sea cuando el aire mueve las plantas y me llega olor de sus terpenos.

¿Cree que el mundo del cáñamo es aún machista?
Sí, porque vivimos en una sociedad muy machista. Existen numerosos artículos sobre el machismo en el mundo del cannabis y yo también lo he vivido. La realidad es que muchas de las mejores cuidadoras han sido mujeres, las madres de los canabicultores, que cuidan las plantas mucho mejor que sus hijos, pero quienes dan la cara son ellos. El mundo cannábico es muy machista cuando debería ser feminista porque estamos hablando de hembras. Las que nos reproducimos somos las mujeres.

¿De qué forma la ha apoyado la comunidad cannábica y qué representa para usted?
Me están llegando mensajes de apoyo no solo desde España pero también de Inglatera, Holanda y Estados Unidos… Me siento muy acompañada y muy agradecida.

Si quieres colaborar con Fernanda y Marías X María puedes hacerlo aquí.

Sigue a Alba en @AlbaCarreres.