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Es como cuando un guitarrista principiante logra sacar "Smells Like Teen Sprit" por primera vez. Se siente tan bien, que quiere volver a tener esa sensación y pasa directamente a "Heart-Shaped Box". Hay un estímulo. Está eufórico, concentrado. El mundo es un lugar más emocionante. La cocaína reproduce esa sensación pero de una forma mucho más intensa. "Actúa sobre el cerebro, provocando un aumento de la dopamina y una sensación increíble", me dijo David. "Eso incentiva en gran medida el consumo".De ahí pasamos al segundo efecto psicológico del perico. "La cocaína afecta la corteza prefrontal [la parte del cerebro que regula el comportamiento y el buen juicio]. Atrofia las funciones ejecutivas, el control inhibitorio y la toma de decisiones. Te sientes muy motivado [por la dopamina] y a la vez eres incapaz de inhibir tus impulsos y de tomar decisiones acertadas".¿Te acuerdas de esa vez en que le ofreciste a una niña 20.000 pesos por una línea y al final dijo que sí, pero sólo si prometías no volverle a hablar en la vida? Es eso. Un estudio de la Universidad de Maastricht, en Holanda, reveló que una sola dosis de cocaína ––por pequeña que sea–– puede entorpecer la capacidad de reconocer las señales de rechazo de los demás. Por eso es que creemos que todo el mundo está interesado en lo que decimos, cuando en realidad nadie lo está.
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"En general reduce la función inhibitoria, haciendo que cedas a impulsos a los que no cedes normalmente", me contó David. Según él, también eso de meterse un pase para volver a "estar sobrio" cuando se ha bebido demasiado es un mito. Lo único que hace la cocaína es aportar más dopamina a la batalla de neurotransmisores que se está librando en el cerebro. Por un momento puedes sentir que mejora tu atención, pero en realidad sólo estás más estimulado.Lo último que me interesaba saber es por qué la cocaína suele aumentar el deseo sexual, pese a que, en el caso de algunos hombres, también genera problemas "estructurales"."A diferencia de la heroína, que provoca placer por sí misma, la cocaína sólo hace que veas el mundo más brillante. Por tanto, si la persona que tienes al lado te parece atractiva, lo será más si has consumido cocaína. Quizá no tengas elección".Durante nuestra conversación, David mencionó varias veces el tema de la elección o la falta de ella. Quien nunca haya metido drogas puede leer esto y pensar: Si causa tantos problemas, pues no metan cocaína. Y es entendible. ¿Pero hay un punto en el que el "consumidor recreacional" deba considerar seriamente su consumo?"Digamos que lo hiciste una vez en una fiesta con tus amigos y te gustó", ejemplificó David. "Luego la vuelves a probar dos meses después. Después pasas a meterte pases todos los sábados, pero piensas que no pasa nada, porque es sólo los fines de semana. ¿Realmente quieres tomarla o terminas consumiéndola sin quererlo cuando estás en el ambiente "apropiado"? Si es la segunda opción, tal vez estás perdiendo el control. Es un reflejo. Las condiciones que detonan tu consumo—la compañía de ciertas personas o el consumo de alcohol— indican que estás buscando excusas para hacerlo. Sugiero que te reúnas con esos amigos un sábado y se pongan de acuerdo en no consumir cocaína. Si no pueden pasar la noche sin hacerlo, puede que estén del otro lado de la raya".