Dicho de forma más sencilla, la supremacía femenina es la creencia de que las sociedades deberían estar dirigidas por mujeres y que los hombres, siendo inferiores, deberían dejar siempre que las mujeres tomaran las decisiones. Esta ideología no es en absoluto nueva, aunque sí extrema: en las décadas de 1960 y 1970, teóricas feministas radicales como Andrea Dworkin, Monique Wittig y Mary Daly defendían la creación de sociedades en las que gobernaran las mujeres, aunque la mayoría de estas utopías imaginadas eran de carácter separatista. Valerie Solanas afirmaba en su Manifiesto SCUM que la sociedad contemporánea era totalmente irrelevante para las mujeres, de modo que las féminas "dotadas de una mente cívica, de sentido de la responsabilidad y de la búsqueda de emociones" debían "destruir el gobierno, eliminar el sistema monetario, instaurar la automatización total y destruir al sexo masculino". (Más tarde Solana dijo al Village Voice que el grupo que tenía en mente al escribir el texto, la Sociedad para Cortar a los Hombres o SCUM, por sus siglas en inglés, era "simplemente un recurso literario")."El hombre es una mujer inacabada, un aborto ambulante, un aborto en fase gene", escribió Solanas en la introducción del Manifiesto SCUM. "Ser hombre es ser deficiente; un deficiente con la sensibilidad limitada. La virilidad es una deficiencia orgánica, una enfermedad; los machos son lisiados emocionales".Te puede interesar: Cómo conseguir el tipo de sexo duro que deseas
Madame Caramel
Sadie Synn
¿Hasta qué punto defenderían estos dos hombres ―y los otros 108 miembros del grupo― la "ginarquía" en la vida real?Según Sue Storm, experta en temas fetish y presentadora del podcast In Bed with Dr. Sue que trabajó como dominatrix profesional durante cuarenta años, la mayor parte de la defensa de la supremacía femenina online es "una fachada". "Todo está dirigido a ganar dinero", explicó a Broadly. "De todas las mujeres que afirman defender la supremacía femenina, solo entre un dos y un tres por ciento lo sienten de verdad".Nuestro movimiento apoya la idea de la paz mundial a través de la ginarquía, es decir, el gobierno de las mujeres. En nuestros grupos presuponemos que todas las mujeres son fuertes. Nos dirigimos a ellas como Mistress ("ama"). Los Sissies ("maricas") son sirvientes de las miembros femeninas y los hombres son sirvientes de las miembros femeninas y de los Sissies. Recibimos con agrado imágenes de mujeres de buena calidad y cualquier otra cosa que no contravenga los términos y condiciones de Facebook.
Anteriormente se identificaba como defensora de la supremacía femenina, añadió, pero ha acabado desencantada con las disputas y el bullying que practican las dominatrix más jóvenes, que según ella son el motivo por el que la materialización de la supremacía femenina es imposible. "Toda la hermandad femdom es una basura. No estamos suficientemente implicadas", afirmó, destacando que el incremento de la dominación financiera, o "findom", ha hecho que las dominatrix más jóvenes adopten personajes de supremacía femenina para atraer sumisos dispuestos a bañarlas en regalos y dinero. "La mayoría de mujeres que entran en este negocio lo hacen para ganar dinero fácil, así que hay un montón de luchas internas. Resulta extraño ver a dos mujeres que no se estén peleando. ¿Qué clase de comportamiento de supremacía es ese?".Resulta obvio que los hombres siguen actuando como animales debido a la testosterona
La Dra. Sue también es decididamente contraria a la supremacía femenina, pero piensa que es preciso que los hombres se pongan las pilas. "¿Creo que hay una jerarquía y que los hombres lo han jodido todo? Por supuestísimo. Los hombres blancos han sido una cruz para la existencia de todos. ¿Creo que es preciso que las mujeres asciendan al poder? Al cien por cien. ¿Creo que somos superiores a todos los demás? Absolutamente no. No hay ninguna raza mejor, ningún género mejor ni nada mejor. Todos somos iguales. Y es necesario que cuidemos los unos de los otros siguiendo esa premisa".Y aun así, hay algo que resulta muy atractivo de una relación amorosa consensuada que se estructure sobre el modelo de la dominación femenina. Todos los viernes, Madame Caramel y su prometido celebran lo que ellos llaman "Viernes FemDom". Ella se queda en la cama mientras él arregla la casa y comienza con los preparativos: sacar el vestido que ella eligió la noche anterior, cocinar, preparar la bañera, complacerla. Su prometido dedica el día entro a sus necesidades y deseos. Suena idílico.Madame Caramel tiene intención de jubilarse en abril, después de 14 años como dominatrix profesional, para poder pasar más tiempo con el que pronto será su marido. "Aunque tengo otros esclavos y continuaré prestándoles atención, ahora mismo estoy concentrada en mi pareja", afirmó. "Porque quiero enseñarle a que haga mejor que yo las cosas que a mí se me dan bien. Hay algunas cosas que todavía no sabe hacer correctamente, como la repostería. ¡Y a mí me encantan los pasteles! Hace trampas, compra esos paquetes que ya tienen los ingredientes preparados. No, no, no, no. Quiero que lo prepare desde cero".¿Creo que es preciso que las mujeres asciendan al poder? Al cien por cien. ¿Creo que somos superiores a todos los demás? Absolutamente no