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Drogas

Cáñamo Shop: un cuartel cannábico en el centro de la Ciudad de México

Una silueta de marihuana hace voltear a quienes transitan por avenida Madero, una de las más concurridas del continente.
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Fotos: @fixzion

Artículo publicado por VICE México.

Sobre la avenida Francisco I. Madero, entre el palacio de Bellas Artes y el Zócalo de la Ciudad de México, se asoma la silueta de una planta de marihuana. Desde el segundo piso del número 28, el logotipo de Cáñamo hace girar la cabeza de aquellos que transitan una de las avenidas más concurridas del continente.

Adentro me reciben Leopoldo Rivera y Julio Zenil, activistas cannábicos que llevan más de 18 años luchando por la liberación de la planta. Son miembros del consejo editorial de la revista Cáñamo, fundadores del Museo del Cáñamo y la Marihuana, organizadores de la marcha cannábica desde hace 18 años, de Expoweed y los Encuentros Cannábicos, y ahora fundadores de Cáñamo Shop, un espacio cultural en el centro histórico de la Ciudad de México desde donde organizan su agenda cannábica, editan la revista y reciben a los curiosos que entran a la tienda a preguntar sobre sus productos de cáñamo, los usos de la planta, y sobre la cultura de la marihuana en general.

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“Se trata de compartir toda la información posible sobre la planta, ahora que se habla tanto de ella y que todo el mundo está interesado”, me dice Julio, “Este es un espacio permanente, que está abierto de lunes a sábado, donde la gente puede venir a informarse, conocer e incluso a traer a sus familiares y amigos a que aprendan sobre el cannabis”.

Al entrar a Cáñamo Shop se pueden ver los objetos que conforman el Museo de Cáñamo y la Marihuana: gorras, ropa, cuerdas, partes de auto y tabiques construidos con cáñamo. Más adelante hay accesorios necesarios para el ponchado y el uso personal de la marihuana, desde sábanas y grinders, hasta blunts y pipas. También cuentan con alimentos de hemp, ropa de colectivos mexicanos relacionados con la yerba y otras prendas fabricadas a partir de cáñamo.

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Después de la parafernalia se encuentran los artículos para cultivo: un armario completamente equipado con luces, nutrientes, balastro, y todo lo necesario para que cualquiera interesado en autocultivar pueda armarse con el equipo necesario. A un lado, una docena de libros de la editorial Cáñamo, así como las ediciones mexicanas de la revista, se exhiben en un librero para que aquellos interesados en ahondar en el autocultivo o en la cultura cannábica puedan llevarse esta información a sus casas.

“Hay que apostar por el autocultivo”, me dice Leopoldo. “Sobre todo, ahora con la iniciativa que se está presentando, hay que ver que no solo se regule el lado comercial y medicinal, porque ahí sí nos echan para abajo todo. El autocultivo es la base”, me dice, y agrega que así se planteó en el pronunciamiento que se hizo desde la Asociación Mexicana de Estudios Sobre Cannabis, luego de una serie de conversaciones cannábicas en donde participaron diferentes miembros de la sociedad civil. Basado en estos puntos, agrega, es como se busca incidir desde la marcha de este año, así como desde otros espacios, para que la regulación sea incluyente y contemple a los usuarios.

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Julio y Leopoldo afinan los detalles del Encuentro Cannábico y sus planes para el futuro de Cáñamo Shop, haciendo interrupciones cada que entra algún curioso a dar una vuelta por el lugar. Los atienden y les explican de qué va el espacio y el cáñamo; también les muestran algunas revistas y su aplicación de realidad aumentada.

Desde su balcón se puede ver la torre Latinoamericana y escuchar el interminable bullicio de la avenida Madero. Desde ese balcón, me comentan, planean hace activaciones para que más gente conozca la tienda y se interese por conocer de la planta. El punto de este espacio, finalmente, es hacer ruido, impulsar la cultura cannábica e invitar a los interesados a formar parte de la liberación de la planta; así lo han hecho por casi 20 años, solo que ahora cuentan con un cuartel en el corazón del Centro Histórico de la CDMX.