Cartas de amor y orgullo
Ilustración por Mar Maremoto
Amor X Vice

Querido papi,

Cuídame papá, no quiero perder el avance de mi deconstrucción.

Estoy aquí sentada con el reflujo de las pizzas que me comí anoche en tu honor, ayer fue tu día, según la calendarización del capitalismo. Somos quechuahablantes y nos gustaba la chela en tus celebraciones, en tu cumple, en el día del padre. Hoy por hoy tienes cuatro festividades. Hace un año que te hiciste polvo. Y no me refiero a tu cuerpo, sino a tu espíritu. Ese polvo está rendido en el mar, el río, las lagunas, los nevados y el campo. Te celebro, celebro todas las lágrimas que derramé por tonte. Porque nunca te conté que tu sobrino favorito abusó de mí cuando yo era pequeñite. Y siempre tuve en el imaginario que si te lo confesaba dudarías de mí. Ese imaginario me destruía. Por eso callé. Lo que no te callé fue mi disidencia. Mi amor siempre fue lujurioso e indistinto. Mi ser femenino no se vincula a mis genitales. Siempre lo identificaste, te diste cuenta como los abuelos. Y me quisiste así, imponiendo disciplina. Porque para ti lo peor no era ser maricón, sino ser cobarde y no aceptarse a sí mismo por temor. Yo sentía ese temor, y aún así brillé. Desde los dos años imitando a Gloria Trevi, mi diosa digna a seguir. Mi referente. Si hubiera nacido con los genitales masculinos también la vida hubiera seguido el mismo curso, estoy segure de eso. Y hoy sigo en el intento papá, de derrotar a esa masculinidad hegemónica que me hinca la sien cada que me vinculo con un ser femenino, olvido que soy ella también y que entre ellas podemos empatizar. Cuídame papá, no quiero perder el avance de mi deconstrucción. Hoy escribo sobre ti y ya no lloro más, me he hecho fuerte con este niñe dentro mío aún latiendo con sus vestidos y vinchas. Con glitter en los labios. Entaconadas vamos en algún sueño papá, así ha sido nuestro amor, masculino hasta los huesos. Siempre en dietas, siempre delicadas y dulces. Bebitas de cutis limpio. Papito lindo, cómo te extraño. Contigo compartimos los últimos selfies en las aplicaciones más destacadas de mi móvil. Contigo se hizo el amor en el aire, y no hubo más muerte en el mundo. Solo la muerte de la distancia y los abrazos espaciales. Papite adorade, hace un año abandonaste el cuerpo. Y te hiciste parte de los espíritus. Hoy ya no tienes genitales, eres una entidad masculina y femenina o quizás ninguna. Y ya no hace falta explicarle a los demás mi intimidad, ni pelearme por tratar de que entiendan. Me interesa mi propio goce, ese que tú ahora ves en su inmensidad, tú entiendes. El pasado nunca fue más que lo que se viene para mi futuro. Entaconadas y en latex. Con diferentes tipos de pelucas, con las uñas más largas que hayamos usado papá. Tú me acompañas hoy y siempre. Me despido de ti con un beso en la frente y un arco iris en tu pecho blanco. Te abrazo, me abrazo.

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