cartas de amor y orgullo
Ilustración por Mar Maremoto
Amor X Vice

Carta a las que fui

La escritora y activista LBGTQ+ de Madrid, Elisa Coll, le escribe cartas de amor a las Elisa que fue.

¡Hola, Elisa! Te recuerdo perfectamente soplando las velitas con la cara pintada a principios de los 90. No se cumplirá tu deseo de transformarte en canguro, pero sí lo que significa: viajarás un montón, correrás rapidísimo y verás el mar desde un montón de orillas diferentes. Vengo a decirte que no hay nada malo en los vestidos y las flores que llevas puestos. El rosa es un color muy bonito y te queda genial, llevarlo no te hace menos lista ni menos valiente. Hay muchas cosas que te gustan ahora que dejarán de gustarte por miedo a lo que significan. No pasa nada, harás las paces con ellas. ¡Yo ahora de mayor también llevo vestidos de flores! Aprendo mucho de ti, hay muchas cosas que tienes claras de las que luego dudarás, pero al final resulta que tenías razón. Por ejemplo, que los chicos son idiotas. Pero eso ya te lo contaré otro día. ¡Adiós!

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¡Hola otra vez! Sé que estás en una época complicada. Tus amigas ya no quieren jugar al fútbol, no sabes relacionarte con el maquillaje, has aprendido a tenerle asco a tu cuerpo y los chicos te gustan y te dan miedo a la vez. Para que te quedes tranquila vengo a decirte que todo esto pasará y estarás mucho mejor. También que tus sensaciones y emociones son sabias. Te están hablando, aunque no tengas aún la palabra que hará que todo encaje. No estás obligada a que te gusten solo los chicos. Ni a comportarte como uno de ellos para ser válida. El instituto es muy pequeño, pero el mundo es enorme. Te propongo que prestes atención a eso que sientes cuando ves a Phoebe, de Embrujadas, no es admiración ni envidia, es otra cosa. Que explores tu cuerpo y te hagas esas preguntas que te da miedo hacer, porque cuando llegues a la respuesta, vivirás mucho más tranquila y feliz, te lo prometo. Te quiero mucho, gracias por seguir adelante en esta época tan difícil.

Elisa, ¡vamos a ver! Acéptalo ya: te gusta V. Ahora no lo quieres ver porque te han gustado algunos chicos y crees que ya no hay más preguntas, pero ya no aguanto más sin decírtelo: ¡eres bisexual! No te asustes, es una noticia maravillosa. Encaja las piezas, acuérdate de cómo te sentiste el otro día cuando te besaste "de broma" con tus amigas en el botellón. ¡Ahhh, ojalá esto fuera real y pudiera decírtelo y abrazarte, joder! ¡Qué alegría! Escúchame, eres bi y además vas a escribir un libro sobre ello y te va a escribir un montón de gente dándote las gracias. ¡Vas a ser escritora, lo que quieres ser! Perdón por el aluvión de noticias, estaba deseando decírtelo todo. Así que haz el favor de mandar a la mierda a ese tío que se cree tan listo, mándale a la mierda porque te va a hacer sentir pequeñita y tú eres muchísimo más lista y creativa y buena persona que él, y dile a V que te gusta. Y si te rechaza (que seguro que lo haría con cariño) estará bien, porque habrás conseguido algo muchísimo más importante: salir de un armario en el que aún no sabes que estás.

Hola otra vez. Vengo a decirte que siento mucho que te estés llevando estos golpes por atreverte a decir, por fin, que eres bisexual. Ya sé que pensabas que toda la gente cercana lo iba a recibir bien, pero la verdad es que muchas personas se creen muy abiertas de mente hasta que les toca de cerca y deben afrontar sus prejuicios. Quiero decirte que llegará un momento en que podrás decirles que esas "bromas" te hicieron sentir como una impostora, que los silencios tensos te hicieron daño, y algunas de las personas que más te están doliendo te pedirán perdón con el tiempo. Así que gracias por dar este paso y lucharlo a pesar de todo, porque aunque ahora no lo parezca, de verdad que merece la pena. Y en este momento, en el presente, te debo muchísimo por haber defendido con esa valentía mi derecho a vivir sin esconderme. Sigue adelante, porque pronto dejarás de sentirte sola: amigas tuyas saldrán del armario bi, empezaréis un colectivo de activismo bisexual y te sentirás acompañada de una manera preciosa que aún no has sentido, pero que está al llegar. Gracias por salir a ese espacio tan inhóspito y hacernos, a ti y a todas las Eli pasadas y futuras, una casita en él.

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