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Sexo

Qué tan peligroso es que te ahorquen durante el sexo

No creo que quieras morir en la agonía de lo perverso.

El escenario: a tu amigo le gusta el sadomasoquismo y le gusta que le tapen la boca y la nariz mientras tiene sexo. Seguro también te ha mencionado que le gustaría ahorcar a alguien o que lo ahorquen por que le excita muchísimo.

De lo que tienes miedo: es de que tu amigo se muera feliz, pero demasiado pronto, en la agonía de lo perverso.

Un poco de contexto: el juego de ahorcarse y de no respirar durante el sexo "posiblemente es una de las mayores causas de daños permanentes e incluso de la muerte en el campo del sadomasoquismo" dice Barak*, copropietario de adventuresinsexuality.org, y enfermero de una sala de emergencias. (*Omitimos el apellido de Barak a petición de la institución médica para la que trabaja.)

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Lo que probablemente pasará: no existen estadísticas concretas de cuántas personas forman parte de este tipo de sadomasoquismo o sufren las consecuencias del mismo. El aporte principal aquí es que cualquiera que lo intente puede tener una experiencia que salga mal.

La investigación muestra que los adultos saludables corren pocos riegos de sufrir daños permanentes si la persona que los ahorca los suelta rápido y antes de que queden inconscientes, pero Barak advierte que "esto no quiere decir que no haya efectos secundarios y posibles daños a largo plazo". Con frecuencia, el estrés que provoca ahorcar ciertos lugares del cuerpo puede causar "dificultad para respirar, tos o voz ronca, dificultad para tragar, dolores de cabeza, y mareos", dice Barak. Tu amigo puede experimentar otras lesiones como puntos rojos principalmente en la cara, y derrames en los ojos.


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Lo peor que puede pasar es: la muerte. Ese es el riego que corres si se convierte en una estrangulación violenta. También si sufres de alguna condición médica como presión alta, colesterol alto o aneurismas cerebrales, eres particularmente vulnerable a resultados peligrosos o incluso fatales.

Qué hacer: el educador sexual y activista David Wiseman escribe en su libro seminal de sadismo y masoquismo, SM 101: "No conozco ninguna forma de sofocación o estrangulación que no pongan en riesgo de sufrir un paro cardiaco al receptor… tampoco conozco una manera fiable de saber cuándo un paro cardiaco llega a ser inminente. Si esto pasa, la probabilidad de resucitarlos, incluso con una RCP óptima, es pequeña. Lee esto en voz alta a tu amigo y espera a que se le quiten las ganas de hacerlo.


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