Bartolina-Xixa
Foto: Elisa Portela / @elii.portela
Edición 5: Orgullo

Bartolina Xixa | Transformista anticolonial | Argentina

“Nuestro orgullo debe estar anclado a la posibilidad de celebrarnos entre nosotras mismas. El mundo ha sido violento y nos han quitado territorios y la posibilidad de pensarnos nuestra identidad, de gobernemos en nuestras lógicas".

Lejos del dragueo a lo RuPaul y su performance histérico de lo femenino, Bartolina Xixa es un reconocimiento a las feminidades cholas que comparten un gran número de poblaciones suramericanas desde el norte de Argentina, cruzando el altiplano boliviano hasta algunos territorios indígenas de Perú. Más que un homenaje, es una invocación a la fuerza de la mama t'alla Bartolina Sisa, lideresa de los pueblos aymara y quechua que en el siglo XVIII organizó varios levantamientos en contra del poder colonialista español.

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Artesanal, andina y territorial, la Bartolina de Maximiliano Mamani borra las fronteras impuestas por los procesos de colonización durante más de 500 años en Abya Yala. Con sus polleras de chola paceña Max se convierte en tierra que tiembla entre las montañas de su natal Tilcara.

“No es un homenaje, porque creo que las mujeres andinas son hacedoras de su realidad. Bartolina lo que viene a hacer es poder contar cómo atraviesan mi realidad esas mujeres desde mi propia construcción de ser andino, marrón y precario. Esa idea de que Max y Bartolina son dos mundos distintos es otra vez caer en la idea binaria. En realidad es un fluir constante. No pasa por la conciencia sino por lo que el cuerpo me va marcando”.

Max es jujeño, por ende argentino, aunque no blanco sino indígena y marica. “Si bien tenemos un documento que dice que somos argentinas, no tenemos el rostro de la argentinidad, por lo que vivir aquí representa siempre ser ese otro, ese foráneo”.

Reconoce que lo que hace con Bartolina es fácilmente exotizable y vendible bajo las lógicas del mercado, que existe la amenaza de que sus ideas, sus luchas y reivindicaciones frente al medio ambiente, la cuestión racial y la soberanía del territorio de los pueblos ancestrales se dispersen en el flujo virtual del entretenimiento. Por eso ha comenzado a cuestionarse los lugares donde se pone en escena.

“No quiero construir para bailar en teatros súper chéveres donde puros blancos me vean y volver otra vez a esa lógica del zoológico indígena del siglo XIX. Sino bailarnos para nosotros mismos, contar historias de nosotras para nosotras”.

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Abandonó sus estudios en Antropología en busca de algo más allá de la supremacía de la razón y la conciencia. Con Bartolina se comunica mediante el baile, un terreno más visceral y menos estático en el que se siente más cómodo.

Bartolina Xixa nos confronta con el límite de lo LGBTIQ+ y lo gay como luchas emancipatorias: “[Lo LGBTIQ+] sigue siendo un dispositivo colonial que reproduce las lógicas capitalistas e impone identidades, recortes de la memoria, sin poder pensar en una sexualidad más cercana a nuestras realidades”, opina Maximiliano. “Con Bartolina vamos mutando constantemente. En un principio estaban muy arraigadas las luchas de género, identitarias y sexoafectivas. Pero quería hablar de otras cosas, cuestiones más ecológicas, ambientalistas, de territorio. Ahora estoy muy metido en la cuestión racial. Allí está el condimento necesario para que la lucha identitaria sea mucho más amplia para nuestras realidades”.

Bartolina es una de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Julio lo encuentras en Instagram y Twitter como @martinsubmarine.