Surfeando con John John Florence

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Que tu primer contacto con el surf sea acompañada de John John Florence no pasa todos los días. Que ocurra en un lugar tan simbólico como la playa de La Zurriola en Donostia, todavía menos. Pero ahí estaba yo, junto a lo mejor del surf nacional e internacional en una ciudad que respira sal y donde la real pasión de muchos jóvenes está junto al mar, lejos de Anoeta.

El campeón de la World Surf League (WSL) transmite una calma que impresiona. Es tranquilo, educado y atiende con su sonrisa a los muchos fans que se acercan a saludar al ídolo del día. Sus miradas lo dicen todo, quieren ser como él, y John John parece no entender el porqué. Ha llegado a lo más alto sin abandonar por el camino a aquel niño familiar que sin buscarlo se convirtió en el interés de la industria del surf.

El hawaiano acaba de conquistar el título que nunca le ha obsesionado. De hecho, esa es su mayor virtud porque tras su semblante inofensivo se esconde su mejor arma, disfrutar de la competición como un aficionado más.

Aprovechamos la presentación del Hurley Surf Club para descubrir los secretos, los miedos y las frustraciones que ha tenido que superar para convertirse en el mejor surfer del momento. [Esta entrevista se realizó antes del Pro Portugal, donde se acaba de proclamar campeón del mundo.]

Eres el líder mundial y solo tienes 23 años. ¿Asusta?

Ser el número 1 es una locura pero solo me centro en pasarlo bien y no pienso en ganar. No quiero estresarme ni competir. Soy muy joven y solo aspiro a divertirme, es mi único objetivo.

Entonces, ¿no quieres valorar tus opciones?

No quiero tener esa presión y por eso mi mentalidad sigue igual que a principio de temporada. La verdad es que no quiero pensar en ello, por eso solo me concentro en hacer mi competición de la mejor manera posible.

Parece imposible que alguien tan "poca cosa" haya ganado citas tan míticas como el Eddie Aukau o el Quicksilver Big Wave Invitational, una de las pruebas más bestias del mundo.

La verdad es que no lo sé, solo puedo decir que el surf es lo que más me gusta del mundo y entreno duro para mejorar.

¿Cómo de importante es el entrenamiento para un atleta?

Me tomo muy en serio esa parte de mi profesión. No solo importa como eres en el agua, entrenar es parte del éxito. Me encanta patinar y voy todo el día con el skate, eso me permite ser flexible y no dejar que descanse el cuerpo. Además de mis sesiones acuáticas, hago acondicionamiento fuera del mar y me da una ventaja competitiva sobre los demás.

Dicen que el surf es uno de los deportes más frustrantes porque hay momentos en los que no avanzas ni mejoras, incluso días en los que ni te puedes levantar de la tabla. Obviamente tu estás a otro nivel pero, ¿has experimentado alguna vez una frustración similar?

Por supuesto. Sí. El mar es incontrolable, así que es importante cambiar tu forma de pensar cuando estás en el agua y las cosas no salen bien. En competición a veces sientes mucha frustración porque estás en el agua 30 minutos y el océano cambia. No siempre consigues las oportunidades para salir satisfecho.

El surf será olímpico en Tokio 2020. El skate también y no todos están a favor. ¿Qué pasará con vosotros?

Lo cambia todo, pero será una oportunidad muy grande para nosotros porque va a cambiar cómo entramos al agua, cómo vamos a competir… y hasta cómo nos vamos a comportar, pero creo que será muy bueno para nuestro deporte.

¿Veremos entonces a algún español?

De momento iniciativas como la de Hurley son una oportunidad enorme para los niños de la zona. A mi me hubiera encantado tener unas instalaciones así, con entrenadores que te graban en el agua y luego te corrigen en una sesión de vídeo para poder volver al agua a seguir practicando con esos consejos ¡y gratis! Adoro San Sebastián porque es ideal para surfear, comer, surfear…

Tu has crecido entre olas en Hawái y tienes el don de meterte dentro de los tubos como nadie y hacerlo fácil. ¿Nos lo explicas?

Tengo experiencia desde niño pero es importante no hacer nada peligroso y saber dónde está tu límite.

Cualquiera diría que no te da miedo poder morir en esas olas tan grandes.

Las olas de cinco metros impresionan, pero es lo que más me gusta. No hay que dejar de observar la escena y casi siempre es divertido pero es importante tenerle respeto al mar, ser humilde, porque con el mar no se juega y nunca sabes lo que puede pasar.

Has tenido lesiones graves rompiéndote la espalda, los tobillos y los brazos. A otros surfers esta situación les ha afectado y han dejado de arriesgar. Tu, en cambio, no has dejado de ganar grandes competiciones cuando se supone que el dolor físico no desaparece ¿No es surrealista?

Las lesiones pasan a veces pero hay que seguir positivo y creer que todo va a ir bien. Hay veces que te hundes y no entiendes porque vuelven esas lesiones y te desesperas, pero yo sigo arriesgando igual o más. Mi lema es que si vas a por ello lo puedes hacer.

Para acabar, la presentación mundial del cuatro capítulo de tu serie "Twelve" ha reunido a muchísimos fans. ¿Qué sucede esta vez?

Es un capítulo dedicado a otra de mis grandes pasiones, navegar y estar en el mar. Las imágenes en helicóptero son espectaculares, ¡no os lo perdáis!

John John Florence lo dice y hace fácil, pero hoy he podido comprobar que esto del surf es un deporte que pone a prueba hasta las mentes más fuertes y los cuerpos más ágiles. Este joven acaba de entrar en la historia del surf convirtiéndose en el cuarto hawaiano que consigue el campeonato del mundo, y lo ha hecho demostrando que se puede llegar sin pisar a los demás, sin envidias de por medio y trabajando con mucha humildad.

El nuevo gobernante del mar nunca quiso ser rey, pero lo es.

Sigue a la autora en Twitter: @laurimuriel