Retratos de hermanas por elección
Ornella y Bianca. por Lucía Vázquez
Identidad

Retratos de hermanas por elección

Lucía Vázquez presenta historias junto a un proyecto fotográfico que refleja la unión de mujeres a lo largo del tiempo y por elección.

Abrazar a una amiga es escaparse de nuestro ego para rellenar el cuerpo de amor. Nos mostramos vulnerables, perdidas, quebradas, débiles, felices y fuertes. Somos capaces de poner nuestras manos sobre el fuego para que ardan sin que se derrita la desconfianza. 

“El acompañamiento verdadero no caduca”. Esa fue la frase con la que terminó la entrevista la fotoperiodista argentina Lucía Vázquez sobre Chosen sisters o Hermanas por elección en español, un proyecto fotográfico que retrata la unión de mujeres a lo largo del tiempo y por elección.

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Lucía se recibió de periodista en Buenos Aires en 2015, pero mientras estudiaba Comunicación comenzó a indagar en la fotografía buscando la manera de contar historias a través de la imagen. Durante el 2017 se mudó a Nueva York para perfeccionar sus estudios y poco a poco comenzó a focalizar su trabajo fotográfico en historias bajo la óptica de las mujeres y así darle espacio a un género que notaba desplazado en las imágenes con las que se encontraba. 

Chosen sisters nació en abril de este año bajo la incertidumbre de la segunda ola de COVID. Para ese entonces Lucía había regresado al país y había vivido durante meses aislada de sus amigas y de su familia. La necesidad de reencontrarse con sus afectos era cada vez más fuerte y bajo la inmersión de la soledad y necesidad de contacto comenzó a entender que su propia nostalgia desembocaba, también, una especie de fortaleza y ternura que muchas amistades solían darle. Luego de un periodo de reflexión sobre este tema decidió convocar a diferentes grupos de amigas para que le contaran su historia, le enviaran sus cartas de la infancia y fueran, finalmente, retratadas en su terraza. Ese reencuentro entre ellas sería el primero después de meses de distancia física. “Todas sentían una conexión muy fuerte. Pasaron un año sin verse hasta que llegó la sesión de fotos en mi terraza y por separado iban manifestando la misma sensación, para ellas el tiempo no había pasado”, cuenta Lucía. 

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Elizabeth y Ana

Este proyecto, que aún continúa, apela a la nostalgia y reivindica la hermandad por elección; con fotos de amigas en la infancia, con cartas que alguna vez se escribieron y con retratos actuales, se refleja el paso del tiempo y la perpetuidad del amor conjunto. Lucía cuenta que “muchas amigas hablaron de la fortaleza de esa unión diciendo que se trataba de una hermandad por elección. Ese recuerdo del pasado estaba constantemente en sus memorias con la idea de fortalecer ese vínculo en la actualidad”. 

Agustina y Carolina

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Mejores amigas desde antes de nacer (1994).

“Nacimos con una diferencia de dos meses, nuestras mamás son hermanas y nosotras somos mejores amigas desde el momento que ellas quedaron embarazadas. Las dos llevamos una pulsera de oro desde el día que nos bautizaron juntas, nunca nos la sacamos y siempre nos gustó jugar a las hermanas, aunque con el paso del tiempo nos empezamos a diferenciar más. Caro es ingeniera industrial, detallista, organizada y fría, usa su pelo natural y tiene un estilo clásico. Yo soy diseñadora gráfica, hablo hasta por los codos y mi pelo es un caos, como mi vida. Pero a pesar de las diferencias, nuestra amistad siempre se caracterizó por ser incondicional y atemporal, porque no importa el tiempo que pasemos sin vernos o hablarnos, hacemos un sleepover y conversamos sobre todo, sabiendo que vamos a compartir un momento íntimo como si no hubiera pasado un solo día sin vernos”.

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Agustina y Carolina. ph Lucía Vázquez.

Pilar y Juana 

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Pilar y Juana

“Tenemos una amistad ‘Borgiana’. Borges dijo que la amistad no necesita frecuencia, y así es la nuestra. Es una amistad con raíces muy fuertes, y que sigue creciendo a su tiempo. No es infantil, no nos reclamamos, podemos pasar meses sin vernos y cuando lo hacemos es como si no hubiera pasado un solo día. Con los años sabemos que no importa lo que pase ni en qué lugar del mundo estemos, siempre nos tenemos. Nuestra amistad es mi infancia, adolescencia y adultez todo en uno. Siempre es vernos y revivir historias hermosas, llenas de recuerdos que añoramos y que se amplían con cada risa y abrazo”.

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Mejores amigas desde jardín de infantes, sala de 5 años (1999)

Ana, Elizabeth y Jimena

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Mejores amigas desde jardín de infantes, sala de 4 años (1989)

“No quiero emocionarme porque lloro, pero ellas son mis hermanas, mis almas gemelas. Sé que todos tenemos amigos y les decimos ‘Si necesitás algo avísame’, pero sé que si estoy en Australia y algo me pasa, estas pibas moverían cielo y tierra para ayudarme, irían nadando. No lo dudo, es muy loco y fuerte lo que sentimos por la otra. Se vuelve insoportable porque todo el tiempo estamos diciendo ‘Te amo, amiga’ y pasamos el rato juntas, tomando cerveza y charlando, y el tiempo vuela porque realmente somos hermanas de las que se eligen. Compartimos un tatuaje, un corazón pequeño, un símbolo de que estamos siempre unidas”.

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Ana, Elizabeth y Jimena. Ph Lucía Vázquez

Ornella y Bianca

Ornella y Bianca

Mejores amigas desde jardín de infantes, sala de 2 años (1998)

“Crecimos juntas, hicimos jardín de infantes, escuela primaria y secundaria. Ambas somos hijas únicas y nuestra amistad se basa en darle espacio a la otra, no hablamos todos los días y no somos muy cariñosas, pero si nos necesitamos siempre estamos ahí. Somos hermanas, eso resume perfecto nuestra amistad, porque nos complementamos, y creo que si somos tan unidas hasta el día de hoy después de tantos años es porque nos respetamos como amigas, nos damos respiros pero sin dejar de estar presentes”.

Bianca y Ornella

Ornella y Bianca. ph Lucía Vázquez