Cambio climático

El agujero más grande de la capa de ozono del Ártico se ha cerrado

Pero no creas que es gracias a la cuarentena.
arctic ozone hole
Imagen en falso color de la capa de ozono del Ártico antes de que se cerrara el agujero. El morado y el azul representan las áreas con menos ozono y las amarillas y rojas con más. Imagen: NASA

Hace apenas unas semanas, los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) descubrieron el agujero más grande de la capa de ozono del Ártico que cubría un área casi tres veces mayor que Groenlandia. Sin embargo, desde el Programa Europeo de Observación de la Tierra Copernicus (CAMS, por sus siglas en inglés) que siguió de cerca el desarrollo del agujero, han asegurado ahora que se ha cerrado con la misma rapidez con que apareció.

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Aunque pueda parecer que es una buena noticia medioambiental, probablemente no esté relacionado con la reducción de la contaminación mundial a causa de la cuarentena. “El agujero del Ártico en realidad no tiene nada que ver con los confinamientos por el coronavirus”, explican desde el CAMS en los comentarios del tuit: “Ha aparecido por un vórtice polar inusualmente fuerte y duradero, y no está relacionado con los cambios en la calidad del aire”. Incluso la ESA la semana pasada dijo en un comunicado que esperaba que se recuperara por completo a mediados de abril del 2020.

La capa de ozono es una capa de gas de la estratosfera que absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta del sol, que está asociada al cáncer de la piel, a las cataratas y a un sinfín de problemas medioambientales. Los infames agujeros de la capa de ozono aparecen por una reducción de esos gases, por causas como temperaturas extremadamente frías, la luz del sol, y sustancias como los clorofluorocarbonos (CFC), que suelen estar en productos tipo espráis, pesticidas y retardantes de llamas. Pero este agujero en particular era extremadamente raro. “Aunque estamos acostumbrados a ver agujeros en la capa de ozono de la Antártida todos los años debido a los cambios estacionales, las condiciones para una disminución tan fuerte del ozono no se dan normalmente en el hemisferio norte”, decía el comunicado del CAMS.

Los agujeros de la Antártida aparecen principalmente por la concentración de productos químicos artificiales como los CFC en la estratosfera. Estos químicos se acumulan dentro de los vórtices polares —amplias áreas de aire frío en la estratosfera de los polos— que se desarrollan en la Antártida durante el invierno. No obstante, el vórtice polar del Ártico es, normalmente, más débil que el del hemisferio sur, así que es poco común ver agujeros tan grandes en el polo norte.

Según datos recientes de la NASA, los niveles de ozono del Ártico llegaron a mínimos históricos tras casi diez años —2011 fue el último año en que ocurrió—. De hecho, en octubre, el agujero de la Antártida fue noticia por haberse reducido al tamaño más pequeño registrado hasta la fecha. Pero, aunque el agujero no se haya cerrado por la recuperación a largo plazo de la capa de ozono, los científicos del CAMS creen que todavía hay esperanza, según publicaron en un tuit: “La capa de ozono también está sanando, pero lentamente”.

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