tamara-adrian
Foto tomada del archivo personal de Tamara Adrián.
Edición 5: Orgullo

Tamara Adrián | Política | Venezuela

"'Orgullo' es una pésima traducción de 'pride'. En inglés, esa palabra significa no sentir vergüenza. Nuestro proceso de lucha pasa por el convencimiento interno y la acción externa para expresar que la vergüenza que nos quieren inculcar no la tenemos".

De toda la comunidad LGBTIQ+, el colectivo trans y travesti es históricamente el más afectado. A lo largo y ancho de Latinoamérica estos cuerpos tan deseados y temidos siguen apareciendo sin vida al costado de las rutas, en esquinas perdidas de pequeñas y grandes ciudades. Son, a su vez, lxs que encarnan con mayor gozo el orgullo de ser fieles a sí mismxs más allá de cualquier adversidad. Por más que, de a poco, algunos países están comenzando a tener leyes más inclusivas, la representación trans y travesti es casi nula. En 2015, Tamara Adrián, abogada y diputada venezolana de sesenta y seis años, se convirtió en la primera mujer trans de América Latina en ocupar un cargo político de relevancia y la tercera en todo el mundo. Aunque en su tarjeta de presentación para las sesiones se lee el nombre que lleva con orgullo hace casi veinte años, en el Consejo Nacional Electoral sigue figurando con el nombre masculino que le asignaron al nacer. Desde 2004 viene reclamándole al Estado venezolano, del que ella misma forma parte, el derecho a cambiar su nombre sin haber tenido respuesta alguna a sus constantes solicitudes, desechadas como tantas otras.

Publicidad

Al día de la fecha Venezuela no cuenta con ningún tipo de legislación que ampare a la comunidad LGBTIQ+. Como resalta la diputada Adrián, “aunque en ningún país de Latinoamérica se criminaliza la homosexualidad, Venezuela es el único país del continente cuya milicia, que supera los cinco millones de personas, la prohíbe a riesgo de destitución y encarcelamiento”, según establece el Código Orgánico de Justicia Militar, vigente desde la llegada del chavismo al poder. “Desde 1975 hasta 1998 fuimos los pioneros de la región en cuanto al reconocimiento de la identidad de las personas transgénero con una ley que prohibía la discriminación por la preferencia e identidad sexual. Pero en 1999 todo cambió y echamos para atrás”.

A Tamara Adrián le llevó años salir del clóset. Hoy lucha para que Venezuela adapte sus leyes a los tiempos que corren y así la sociedad pueda también emprender un camino de progreso que haga del país un lugar libre de discriminación. “Lo importante es entender el mecanismo por el que se intenta mantener oculta a la población LGBTQ. En algunos países es ilegal; en otros, no tienen acceso a los mismos derechos que el resto de la ciudadanía; la medicina y la psiquiatría han conseguido patologizar por décadas nuestras existencias; también la policía, tanto la real como la social, ha sido un factor determinante para el rechazo y exclusión de nuestra comunidad. Todos estos mecanismos pretenden colocar a las personas LGBTIQ+ en los márgenes de la sociedad. Pero al visibilizarnos, logramos romper con las estructuras de confinamiento más allá de cualquier límite: pasar de la oscuridad a la luz”.

Tamara es una de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Fernando lo encuentras en Instagram y Twitter como @warszawo.