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Foto: María López / @lamagainsensata
Edición 5: Orgullo

Carolina Robledo Desh | Activista | Paraguay

“Sentir orgullo de lo que una es y no esconderse: ese es el mensaje”.

Carolina Robledo Desh sabe escuchar. Y en sus más de dieciséis años de activismo ha escuchado mucho. Escuchó cómo una compañera de la Tatucada, la batucada feminista a la que pertenece, fue acosada sexualmente por su padre y un día amaneció muerta: “Hasta hoy no sabemos si fue asesinada o si fue suicidio. Me costó mucho reponerme”. Escuchó también sobre la violación “correctiva” a una mujer lesbiana por parte de la policía, un caso que siguió de cerca y por el cual las autoridades la vigilaron durante días que recuerda con miedo. Ha escuchado cientos de historias de discriminación y violencia: acoso familiar, amenazas de grupos fundamentalistas, intervenciones médicas forzadas. Pero lo que más ha escuchado ha sido la alegría, la unión y la rabia política de las mujeres lesbianas de Paraguay, que llevan décadas apuntalando redes de afecto y resistencia en uno de los países más hostiles de América del Sur para las personas LGBTIQ+.

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La psicóloga y activista paraguaya es la presidenta y una de las socias fundadoras de Aireana, el primer grupo de lesbianas feministas organizadas de Paraguay, que desde 2003 trabaja “a través de la cultura, la incidencia política y el empoderamiento” por los derechos de las mujeres lesbianas y las personas en disidencia sexual y de género: “Aireana significa nuestra postura ante la vida, sacar afuera nuestros deseos, pensamientos, identidades, sentimientos. Airea es el imperativo del verbo airear, que es ventilar, sacar al aire, sacar del clóset; na es un sufijo guaraní que se traduce como ‘por favor’”. Juntas han construido proyectos como La Serafina (nombrado así en homenaje a Serafina Dávalos, la primera abogada y feminista de Paraguay), un espacio cultural feminista que desde 2005 se ha vuelto un nodo de articulación imprescindible no solo del movimiento feminista y lésbico de Asunción, sino del activismo LGBTQ+ del país.

A través de su línea de atención telefónica Rohendu, que en guaraní significa “te escucho”, las mujeres de Aireana prestan su oído y su voz a personas que sufren maltrato y discriminación por su orientación sexual e identidad de género: reciben denuncias, ofrecen asesoría y brindan atención personalizada, orientación y acompañamiento jurídico y psicológico. “Para la gente LGBTQ+ es muy difícil denunciar ante las autoridades; mucho más en Paraguay, que es uno de los pocos países de la región que no tiene ni una ley que sancione la discriminación y donde esas violencias se desconocen e invisibilizan —dice—. Aquí no hay políticas favorables para nosotras y también sigue habiendo mucha violencia naturalizada al interior de las familias”.

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Desde 2005, la organización celebra anualmente en Asunción el Festival de Cine Lesbigaytrans, el único encuentro cinematográfico de películas que retratan asuntos de sexualidades diversas e identidades de género no normativas en Paraguay. Desde el cine, Carolina cree que es posible “cambiar de a poco el imaginario social, los mitos y la discriminación y violencia que viven las personas LGBTQ+”. Su articulación con otros festivales, grupos feministas y organizaciones LGBTIQ+ latinoamericanas ha impulsado iniciativas como el Encuentro Lesbitransinter Feminista «Venir al Sur», que lideran desde 2012 para “crear estrategias que desmonten el sistema binario de género, heteronormativo y patriarcal” con activistas de todo el continente.

En un país como Paraguay, en el que no hay aún leyes de matrimonio igualitario, de identidad de género o contra toda forma de discriminación y que sigue siendo uno de los países más empobrecidos y desiguales de la región, el trabajo de Aireana es valiente y urgente. “A pesar del machismo y del actual gobierno de ultraderecha y sus actitudes fascistas, es el apoyo que una tiene en red con sus compañeras el que hace que una pueda seguir adelante”, dice Carolina, que junto a ellas continúa diseñando estrategias de incidencia política y acción comunitaria desde todos los frentes posibles. Recientemente han presionado para que los ejercicios de verdad y reparación en la reconstrucción de memoria de la dictadura en Paraguay, adelantados por grupos de derechos humanos, incluyan un enfoque de diversidad sexual y de género: “Muchos no piensan en las violencias particulares a las que se vieron sometidas las personas LGBTQ+ en esa época. Será un primer paso para que se escuche también nuestra historia”.

Carolina es una de lxs cincuenta líderes en disidencia sexual y de género cuya vida celebramos en nuestra quinta edición, ORGULLO.

ORGULLO VICE

A Felipe lo encuentras en Instagram y Twitter como @estimadofelipe.