El dron que captura la cara no violenta de Quibdó

Del Chocó sabemos poco. Y entre lo poco que sabemos es más lo malo que lo bueno. Sabemos, muy por encima, que es un departamento azotado por la violencia y el conflicto armado; que muchísima gente es pobre; que abunda la minería; que la salud escasea. Tal vez una de las cosas que ha marcado el recuerdo de lo que el país sabe del Chocó es la tragedia de Bojayá, donde murieron 119 personas por un cilindro que cayó en la iglesia donde se resguardaban los pobladores de un enfrentamiento entre las FARC y lo paramilitares.

De lo bueno, sin embargo, sabemos menos. Conocemos algunos deportistas destacados de la región, la fiestas de San Pacho ––celebración declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en diciembre de 2012––, algo de su música, que es una región rica en biodiversidad y que llueve mucho ––en Quibdó, la capital del departamento, llueve aproximadamente, 231 días al año––, pero nada con mucha más precisión. Nada que invite a ir y conocer. Es, para muchos, un territorio inhóspito, inexplorado. Sabemos, eso sí, que la capital del departamento es Quibdó, un municipio a orillas de río Atrato.

Y las cifras de Quibdó son alarmantes, reafirman con exactitud todos los prejuicios que tenemos a medias. La investigación Desplazamiento Forzado Intraurbano y soluciones duraderas Vol. II Bogotá, Cúcuta y Quibdó realizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento ––CODHES––, afirmaba que según el DANE en la capital chocoana la situación era así: el 89,4% de las personas vive con Necesidades Básicas Insatisfechas, el 78,5% de sus habitantes se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el 48,7% por debajo de la línea de indigencia. Adicionalmente, el índice de miseria alcanza el 20,9%. El municipio, a pesar de ser capital departamental, no posee un sistema de acueducto y alcantarillado y el agua para el consumo y la higiene es recolectada de la lluvia.

A lo sumo, la región es contradictoria: por un lado es sumamente rica en biodiversidad y recursos naturales, pero por el otro los habitantes viven situaciones de pobreza. Parecería inexplicable.

En medio de esa paradoja, algunos de sus habitantes hacen esfuerzos por mostrar que el Chocó, o que Quibdó en este caso, es mucho más que eso. Ese es el caso de Leonid Zora, un habitante del lugar que se armó de un dron para mostrar a Quibdó y posteriomente al Chocó desde el cielo, como casi nadie lo ha visto.

Hace dos años Leonid empezó a hacer vídeos. Se consiguió un dron y de forma empírica, leyendo y viendo vídeos por internet aprendió a utilizarlo. "Aprendí lo básico de saber elevarlo y empecé a hacer las primeras tomas aéreas de Quibdó. De un momento a otro me surgió la idea con unos amigos de querer hacer algunas tomas aéreas sobre Quibdó en algunos sitios y lugares importantes".

Primero montó dos vídeos a su cuenta de Facebook y luego a Youtube, titulados Chocó Una mirada desde el Cielo capítulos uno y dos. Y recientemente publicó un Tour Virtual por Quibdó. Una especie de Google Maps, que recorre el municipio a lo largo y ancho desde el aire mientras suena Chocó tierra mía del grupo Son Bacosó. A lo largo del tour, que arranca en el Malecón, se ven las calles, la vasta vegetación, los techos con tejas de zinc y la ropa secando encima. Se ve Quibdó tal y como es.

La idea según Leonid es que "la gente que se va de Quibdó, que viven por fuera tengan bonitos recuerdos. Es algo nostálgico. De como está creciendo, de como va". Son postales aéreas para alimentar el recuerdo de una ciudad que está creciendo, que cambia.

Es un trabajo humilde, que no cuenta con millonarios recursos, es el hobby de Leonid, que le saca tiempo cuando no trabaja en el supermercado que tiene en la capital chocoana. Pero es un trabajo valioso sobre todo si se tienen en cuenta las cifras de desplazados de la región, gente que se tiene que ir sin esperanzas de regresar o gente que llega de otros territorios y cambia poco a poco las dinámicas de la ciudad que los recibe.

Según el informe Oro, crimen organizado y guerrillas en Quibdó publicado en julio de 2015 por la Fundación Ideas para la Paz, en 14 años, la cabecera municipal pasó de representar el 60% de los habitantes (74.224) del municipio al 93% (107.136), mientras que la población rural pasó de 49.079 a 8.431.

Explica el informe que "esta migración campo-ciudad responde, principalmente a olas de desplazamiento por la violencia en el departamento … Estos desplazados, en su gran mayoría, se ubican en la periferia y muchos de los barrios que hoy tiene Quibdó han resultado de esas invasiones, en especial en los extremos norte y sur de la ciudad". La capital crece a la fuerza, crece mucho.

En el Tour Virtual de Leonid se empiezan a ver los cambios por los que pasa Quibdó. "La idea es hacerlo con calma, todo lo hago es por hobby, porque me nace, no es una obligación de nadie, me nace, quiero mostrarle a la gente algo diferente de Quibdó, que aquí todo no es violencia, también hay cosas bonitas. Yo intento mostrar siempre las cosas bonitas de Quibdó", dice Leonid, que pretende después de Quibdó seguir registrando desde el cielo lo que pasa en el Chocó. Hacernos testigos del cambio.

Es innegable que en Quibdó hay violencia y pobreza, pero hay más. Eso es lo que quiere Leonid que veamos desde el cielo.