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Identidad

El mejor amigo de la mujer contra el terrorismo machista

Aunque son pocas decenas, empiezan a utilizarse perros para la salvaguarda de supervivientes de violencia machista. ¿Por qué se ven obligadas algunas mujeres a utilizarlos?
Foto de Shumilov Ludmila vía Unsplash

Imagínate pasarte dos años de tu vida encerrada en casa. Sin salir. Por miedo. No poder irte a dormir sin cerrar todas las puertas con llave y no abrir las persianas durante el día por precaución. Pasarte veranos enteros sin ir a la playa, salir sólo para llevar a tus hijos al colegio, o a comprar lo mínimo para no pasar hambre. Y que la única solución a todo ello sea tener a un policía pegado en el culo 24 horas al día.

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Esta es la situación de miles de mujeres españolas que malviven para no contribuir a la macabra lista de feminicidios consumados en este país a costa de sus vidas. 68 en lo que va de año.

La cifra de asesinatos de mujeres en los 13 años que hace ya que se han empezado a cuantificar de forma oficial, aquellos perpetrados por parejas o exparejas, las únicas víctimas que reconoce como resultantes de la violencia machista la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, representa casi tres cuartas partes de la suma de todos los muertos en atentados terroristas acaecidos en España desde finales del XIX.

Hubo un significativo descenso en 2010, seguido de un terrible repunte en 2015, en el conteo de homicidios estatal. Y es que las medidas preventivas no son para tirar cohetes.

"En la actualidad estamos viendo cómo mujeres que hasta habían denunciado los hechos — y algunas de ellas con órdenes de protección en vigor — son asesinadas o atacadas por sus agresores", recuerda la abogada especialista en violencias machistas Carla Vall.

La letrada apunta a los últimos análisis del Consejo General del Poder Judicial, que en 2013 constataba las disfunciones del sistema: de las víctimas de feminicidio en España, 9 de 11 mujeres que presentaron demanda pidieron también medidas cautelares. Tan solo se otorgaron en 7 casos sin que tuvieran un resultado eficaz.

Pero ahí donde no llega la iniciativa estatal, llegan ciertas iniciativas particulares.

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Ángel Mariscal, empresario enfrente del grupo Security Dogs, pasó de adiestrar a perros para ejercer tareas securitarias en partidos de fútbol de alto riesgo a entrenar a los canes para que dejen fuera de juego a un agresor que pretenda atacar a una superviviente de la violencia machista.

Fue una de estas supervivientes, precisamente, quién preguntó a Mariscal por la posibilidad de que adiestrara a uno de estos animales para salvaguardarse del hombre que la tenía amenazada.

El entrenamiento del perro está pensado para la intervención en esos minutos críticos en los que se activa la pulsera GPS que permite a la policía tener a la víctima localizada y la llegada de los agentes.

"Desde que tú llamas, en el mejor de los casos han pasado diez minutos, y en estos diez minutos es el tiempo crítico en el que nosotros queríamos salvaguardar a la usuaria", recuerda el empresario.

Mariscal inició un proyecto específico que le permitió evaluar las necesidades de las mujeres que sufrían esta presión, y acabó determinando que lo que necesitaban no era un perro de defensa, sino un perro que trabaje, exclusivamente, "sobre el instinto de protección". Este instinto, consustancial en los perros, es algo que, según el empresario, no es desarrollado por los adiestradores.

Esto genera un vínculo muy fuerte entre el can y las mujeres. "El perro las abraza con las patas, no dejan que nadie se acerque en actitud agresiva… Es una maravilla", relata Mariscal.

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Una de las mujeres a las que él proveyó uno de estos animales, bajo vigilancia policial las 24 horas del día en su localidad, se hartó de estar rodeada de agentes de las fuerzas de seguridad y optó por la vigilancia perruna. Para promover esta medida, Ángel Mariscal creó una fundación que toma su apellido, , y cuya actividad se ampara en las medidas de autoprotección sugeridas por el Ministerio de Interior español.

Para que pueda hacer uso de los servicios del animal, un psicólogo debe evaluar si la mujer solicitante puede o no hacerse cargo de las responsabilidades que implica llevar un perro de estas características. Con el visto bueno del facultativo, la superviviente recibe una formación de 150 horas que la capacita como adiestradora.

La Fundación Mariscal no trabaja sola. El llamado Proyecto ESCAN lleva a cabo una labor homóloga y de resultados parejos.

Aunque, a diferencia de la empresa de Ángel Mariscal, ESCAN promueve una terapia integral: psicológica, anímica y física.

"La mujer recibe una terapia continuada por parte de la psicóloga, en sesiones individuales y de grupo, siendo este el objetivo del proyecto,la recuperación integral de la persona", escribe en un correo a Broadly el coordinador del proyecto, Enrique Cruz. Otra diferencia: fuera del domicilio, sus perros siempre trabajan con bozal y correa.

Algunas de las usuarias de ESCAN también ponen énfasis en el vínculo que se genera con el perro.

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"En mí también se produjo una transformación. Nos empezamos a querer y despertó un sentimiento que nunca pensé que volvería a sentir por nadie aparte de por mi hijo (y mucho menos por un perro)", relata Vega Roble en un artículo de Verne. "Fue cuando me di cuenta de que no solo sería nuestra protectora, también se convertiría en nuestra mejor amiga y entraría a formar parte del núcleo familiar", añade.

Y es que en España ya hay proyectos que prevén el uso de estos animales para ayudar a víctimas de abusos sexuales a superar su trauma. El perro podría ejercer un efecto terapéutico también en la prevención y defensa de las mujeres amenazadas.

Roble, además, contribuye con su experiencia a acompañar a otras en su periplo con este tipo de perros.

"Debido a lo que viví, me especialicé en violencia de género y abusos infantiles y me capacité como adiestradora. Aunque aún me sigo capacitando. Siempre hay cosas nuevas para aprender", comparte con Broadly su experiencia Vega Roble.

"Quería que el perro ESCAN significara para otras personas lo que significó para mi y para mi hijo. El hecho de que pudieran vivir una vida normal; no sobrevivir. Yo sabía que la única manera de que eso pasara era que el proyecto se desarrollara como política pública para llegar a todas las víctimas y a sus hijas e hijos sin importar el nivel económico", añade Roble, que está exportando esta iniciativa en la Argentina.

A pesar de su utilidad, iniciativas de este tipo cuentan aún con algunos obstáculos. Al contrario que los perros guía para invidentes, los canes utilizados para prevención de violencias machistas no están autorizados a entrar en juzgados y bancos. Fuentes ministeriales declaran a Broadly que no están previstos cambios en la normativa en este sentido.

Otra gran incógnita al respecto de este servicio es por qué en España no se sigue el modelo canadiense, noruego o australiano en el que es el propio estado el que da acceso a esta posibilidad. Cabe decir que el gobierno de la región de Murcia es una excepción, pues brinda apoyo financiero y de recursos humanos a ESCAN.

"A pesar de que es algo que debería correr a cargo de la administración, en el Estado español una fundación se ocupa de ofrecer este servicio a las supervivientes. Así pues, de alguna manera, ante las carencias del sistema, las disfunciones y las actuaciones tardías, la sociedad civil puede ofrecer alternativas que respondan mejor a estas necesidades", concluye la abogada Carla Vall.