¿Por qué es tan difícil inventar un nuevo tipo de condón?

Hace un par de meses me contactó el representante de prensa de LELO, una compañía conocida por su línea de elegantes juguetes sexuales de gama alta (como el consolador de oro Olga que cuesta 3500 dólares y es propiedad nada menos que de Beyoncé). De acuerdo al email enviado, LELO estaba buscando expandir su negocio desde el placer hacia la protección gracias a un "condón rediseñado" llamado LELO HEX.

Durante meses el HEX existió como un mito: LELO se rehusaba a revelar detalles sobre el producto, pero prometían que iba a ser completamente innovador e increíble, tanto que revolucionaría el sexo. Finalmente el condón se dio a conocer el 13 de junio y fue, bueno, decepcionante.

¿Cuál la mejor característica del LELO HEX? Es un látex rediseñado con una estructura tipo telaraña, la que según LELO aumenta el confort, reduce el deslizamiento y (como lo han demostrado en una serie de extraños gif) hace más difícil que un objeto afilado lo atraviese.

Algo aun más desconcertante que la solución de LELO cuando los condones se rompen con un objeto afilado, es el hecho que la compañía contrató a Charlie Sheen como representante del producto: porque si existe una persona a la que queremos representando a un condón, es al hombre que introdujo "Winning!" y "Tiger Blood" en nuestras conversaciones.

LELO no es la primera compañía que promete y no cumple con revolucionar el condón. El 2013 los medios perdieron la compostura con el condón origami. Tres años después este revolucionario preservativo aún no está en el mercado y su sitio web ya no está activo. Existe una historia similar con quienes recibieron dinero donado por la fundación de Bill & Melinda Gates para el desafío de crear condones (el condón origami apareció el 2013 también, un buen año para la promoción del condón). El desafió ofrecía 100.000 dólares (con la chance de recibir hasta un millón de dólares más) lo que resultó en muchos buenos conceptos, al menos en papel, pero ningun producto llegó al mercado.

¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué no podemos crear un nuevo tipo de condón, incluso con los 100.000 dólares en capital semilla, el respaldo de Bill Gates y un montón de relaciones públicas? Probablemente es por el hecho que, a diferencia de la revolucionaria tecnología salida de Silicon Valley, los condones son un dispositivo médico y el gobierno los regula bastante.

En el material de prensa entregado por LELO, la compañía señaló que el extraño cuerpo de látex con forma de telaraña fue inspirado por el grafeno; existe una buena chance que esta sea una referencia específica al condón de grafeno que recibió fondos de la fundación Gates el año 2013. ¿Por qué esta idea se desvaneció, mientras la copia descarada de LELO está a punto de salir al mercado?

Considéralo el resultado de algunas peculiaridades en el proceso de aprobación de la FDA norteamericana. Si sólo ofreces una pequeña innovación (como textura, un tipo diferente de látex, un extraño diseño hexagonal sobre el condón) puedes acelerar todo el proceso al enviar la forma 510(k) (básicamente un documento que argumenta que tu producto es similar a algo que ya ha sido aprobado antes).

Pero si quieres innovar agresivamente (quizás creando un condón con una mezcla de polímero y grafeno super delgada y fuerte) las cosas se ponen cuesta arriba. La FDA tiene amplias directrices a la hora de las pruebas y la aprobación de condones que no sean de látex; aquí es donde terminan muchos de esos excitantes fondos entregados por la fundación Gates.

Un artículo aparecido en Mic el año pasado señalaba que tener aprobación para un nuevo condón puede tomar muchos años y millones de dólares: pese a lo bien que suenen esos 100 mil dólares de Bill Gates, esto es solo un poco de la fortuna que se requiere para posicionar en el mercado algo realmente innovador.

Todo lo anterior pone a los usuarios de condones de Estados Unidos en una posición interesante. La aprobación de la FDA es importante, pero la gran cantidad de regulaciones (y el dinero) crea grandes trabas, algunas que no se ven en otros países. El Unique Pull condom (condón de un único tirón, en español) es un profiláctico sin látex que promete ser mejor que las opciones de poliuretano y poliisopreno. En su sitio web dice que ha sido aprobado por cuerpos reguladores alrededor del mundo, incluyendo Canadá y Australia. Pero ya que no es aprobado en Estados Unidos, no puede incursionar en ese mercado (algo que también mantiene en las sombras a otros tipos de condones).

Es difícil argumentar que los inventores no deberían tomar cuenta las regulaciones de la FDA (específicamente luego de la debacle de Theranos), entonces los fanáticos de los condones futuristas están atascados. Si realmente quieren rehacer el condón te tomará un montón de tiempo y energía. Es difícil no preguntarse si toda la sangre, sudor y lágrimas (y dinero) podría ser mejor invertido en lograr que las personas utilicen los condones que tenemos actualmente.

Es eso, o internar ilegalmente algunos de estos excitantes condones extranjeros que en Estados Unidos no están disponibles.