La gente nos cuenta sobre sus peores ligues de verano
Imagen vía New Line Cinema | Arte por Noel Ransome.

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Relaciones

La gente nos cuenta sobre sus peores ligues de verano

Para todos aquellos que están teniendo un amor de verano ¡cuidado! podría estropearse o peor aún podría terminar en una relación.

Este artículo apareció originalmente en VICE Canadá.

Tengo una confesión que hacer: me cagan los amores de verano.

De los cinco que he tenido, una salió corriendo de mi casa y nunca volvió, dos son amigas casuales y las otras dos fueron relaciones de cuatro años.

Afortunadamente, parece que no soy el único.

Es algo que a la mayoría de nosotros nos gustaría tener, hasta cierto punto. Es decir, crecimos rodeados de películas de amores de verano, que van de lo fugaz y romántico (Danny y Sandy) hasta lo inquietante. Pero como las personas que entrevistamos nos cuentan, estas cosas no siempre son tan simples en la vida real. Nos enganchamos mucho tiempo o sentimos cosas que la otra persona no siente, perdemos interés, nos distanciamos o sencillamente encontramos a alguien mejor.

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Para advertirte al respecto, recolectamos algunas historias de amores de verano, con caminatas por la playa, caricias, chicos de otros países, penes grandes y pequeños. Así que para todos aquellos que están viviendo el momento de su vida y consideran pasar al siguiente nivel, piénsenlo dos veces: las cosas podría estropearse o peor aún, devenir en una una relación.

El Monstruo
Sarah, 31

Una vez salí por dos semanas con un músico español mientras estuve viviendo en Grecia. Era, básicamente, el "perfecto" amor de verano. Podíamos dar largas caminatas por la playa, sentarnos y hablar toda la tarde o fajar. Me escribía poemas y me seducía con canciones. Ligamos en la alberca y nadamos desnudos en la noche. Era sexy. Era romántico. Un día me invitó a dormir a su cuarto, comenzamos a besarnos y a desnudarnos y fue en ese momento que me di cuenta que tenía un pene enorme. Hasta el día de hoy, es lo más loco que he visto en mi vida entera. Intenté hacerle sexo oral, pero era tan grande que ni siquiera pude chupársela. Lo mejor que pude hacer fue fingir entusiasmo mientras babeaba y se la jalaba. Después me pidió que me montara sobre él y le dije que no había manera de que lo hiciera, y que no estaba dispuesta a forzar mi cuerpo para hacerlo. Afortunadamente, justo en ese momento sonó mi celular, así que me puse mi vestido y zapatos rápidamente y salí mientras tomaba la llamada. Nunca lo volví a ver.

Él después se convirtió en un éxito en España. Yo todavía sigo teniendo pesadillas sobre esa cosa.

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El rey de los insultos
Sarah, 35

Esto me pasó cuando tenía 18, me fui a viajar yo sola por Grecia. Iba a la universidad en el otoño y estaba a punto de comenzar en serio mi vida. Tener un romance en Europa estaba en la lista de cosas que tenía que hacer.

Empecé a pasar el rato con personas del hostal y conocí a un chico suizo, que era más grande que yo. Estaba viajando con su hermana menor, ella era mas o menos de mi edad y él la cuidaba en el viaje. A donde fuéramos él nos acompañaba. Él simplemente era el rey de los insultos. Un día estábamos hablando de sentirnos jóvenes y vulnerables, cuando dijo "bueno, chicas, lamento decirles que ustedes no están entre la gente más bella, pero esta bien, hay otras cosas valiosas en ustedes".


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Una noche, terminamos con él en un club después de las cuatro de la mañana. Al día siguiente todos teníamos una cruda horrible y fuimos de excursión. Pasé dos horas vomitando, a orilla de la carretera, mientras él me daba palmaditas en la espalda y me decía "¿ves? ahora estas siendo realmente honesta, esto es lo más bella que jamás serás". Esto le funcionó perfectamente, por cierto. Desafortunadamente se veía tan bien y yo tenía las hormonas de una chica de 18. Así que ahí estaba pensando ¡oh! él es tan sensible. Después volvió a decir algo horrible sobre mí y así pasaron diez días. Finalmente, era su última noche en Grecia e iban a tomar el ferry por la mañana. Estaba pensando yo sé que va a pasar exactamente esta noche. Idearíamos algo para perder a su hermana en la noche, lo que consistía básicamente en abandonarla en un antro con algunos chicos franceses.

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Pensé que volveríamos al hostal, pero él me dijo: "no, la gente nos verá regresar juntos". Todavía no era lo suficientemente sabia como para darme la vuelta y huir. En lugar de eso pasamos horas sentados en un jardín detrás de una pequeña iglesia. Pasaron como tres horas para que él hiciera algún movimiento y fue solamente para decir: desvístete. Lo cual hice. Él tenía toda su ropa puesta, así que le quité su camisa, pero se la puso otra vez. Eran casi las tres de la mañana cuando finalmente desabrochó sus pantalones para colocar en mi boca su pequeño pene, que apenas media como cinco centímetros. Él estaba felizmente sentado ahí, y me hizo chupársela por horas y ni si quiera puedo decir si estaba interesado o incluso si la tenía dura. Después de una hora pensé: esto es la cosa menos sexy que he hecho en toda mi vida. Tengo el peor dolor de cuello y además piedras bajo mis rodillas y a este tipo ni siquiera le importa. Finalmente, me marché con todo y mi IQ de 18 años. Al siguiente día pensé: bueno eso fue una buena lección de vida.

La parte graciosa fue que le di mi correo electrónico y después de llegar a casa recibí un email con cinco mil palabras diciéndome lo perfecto que fue y lo incompleto que se sentía desde que había regresado a Suiza. Me preguntaba si estaba dispuesta a mudarme con él a Suiza para comenzar una vida nueva.

No tuve la cara para contestar el correo.

Con amor, desde México
Shari, 25

Cuándo tenía 21, conocí a un chico de México. En ese momento yo era mesera en un bar en Vancouver. Congeniamos y terminamos saliendo un par de veces. Lo llevé a bailar durante el Pride y terminé tomando su virginidad mientras yo estaba en mi periodo (¡Zas!), una semana más tarde él estaba en un avión de vuelta a México. Antes de que se fuera me dijo que volvería a Vancouver el siguiente verano y yo le seguí la corriente porque era dulce y pensé que le rompería el corazón si le decía que probablemente nunca nos volveríamos a ver. Me dio un collar de una cruz y nos separamos. Realmente nunca pensé demasiado en eso. Después, el siguiente verano, me hizo muchas llamadas y me mandó varios mensajes: había llegado a Vancouver. De hecho, me había tomado la palabra. Desafortunadamente yo estaba saliendo con alguien más y terminé ignorándolo. ¡Ups!

Dos chicas, un crush
Catherine, 25

Mi novio y yo tuvimos un romance con una chica, un par de años atrás.

Había sido su crush por años. Ellos tenían contacto a veces por casualidad y yo siempre pensé en ella como en una especie de criatura mítica, como un unicornio y siempre me sentí un poco amenazada. Una tarde salimos los tres por unos tragos y cuando la conocí, ella era realmente cool y nos llevamos muy bien, probablemente mejor de lo que ellos dos se habían llevado antes, para desgracia de mi novio. Ella era sexy, divertida y muy singular, había salido de una larga relación que terminó en una seria infidelidad. Los tres la pasamos muy bien, cuando salíamos siempre tratábamos de ayudarla a pescar a algún chico. En una conversación reveló que ella nunca había querido ser monógama como nosotros, pero quería ser la estrella invitada en un trío.

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Ustedes podrán imaginar como terminó esa tarde.


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Nos vimos tres o cuatro veces después, a veces sexualmente, otras como amigos nada más. Esto pasó durante el verano, pero incluso la invitamos a salir con nosotros el día de San Valentín, nos dimos regalos entre todos. Era genial: tú y tu novio teniendo un crush con la misma persona.

Pero claro, inevitablemente, ella conoció a alguien más y ese fue el fin de todo. Recuerdo haberme sentido realmente triste y al mismo tiempo estúpida por haber cometido un error de principiante. Ella fue mi primer crush con una mujer y los tres nos divertimos, por supuesto, con el tiempo empezamos a agrandar el hecho, más de lo que realmente fue. Ella nunca estuvo cómoda con la idea de salir con una pareja a largo plazo. Nosotros simplemente nos dejamos llevar.

Tiempo después no la frecuentamos mucho. Estamos felices de que esté en una relación que la haga feliz, pero la sigo extrañando a veces.

Amor de verano
Taya, 29

Tuve un romance con mi compañero de trabajo, que duró ocho meses, demasiado tiempo.

Él me insistía constantemente que saliéramos. Finalmente accedí, por que lucía realmente bien. Al principio yo estaba ahí porque me divertía, pero después de unos meses, cuando el verano terminó, tuvimos la respectiva discusión sobre exclusividad. Por supuesto, mis amigos y roomies nunca creyeron que fuera a funcionar y yo sabía no iba a tener un buen final. Pero estábamos muy clavados. ¿Qué podía salir mal?

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Con el paso del tiempo, el verano se convirtió en otoño y después en invierno. Comencé a sospechar que me estaba engañando. Una noche me detuve en su casa para alimentar a su mascota, una rata. Su roomie estaba ahí, así que me quedé platicando con él un rato. Mi ligue de verano, ahora novio, me dijo que estaba en casa de un amigo jugando videojuegos, que llegaría más tarde. Eran las 2 de la madrugada y yo seguía ahí. De repente escuchamos la risa de una mujer frente a la puerta.

Mi chico entró, me vio sentada ahí e inmediatamente salió nuevamente. Empecé a escuchar susurros detrás de la puerta. De repente la puerta se abrió y entró con otra chica, ambos vestidos de gala. Por su puesto fue muy incómodo para todos. Él nos ofreció unos tragos, ella sólo rió y se fue directamente al cuarto de él, que claramente sabía donde quedaba. Mi novio la siguió y puede escucharla molesta. Salió y se fue rápidamente después de eso. En ese punto, mi novio procedió a sentarse a mi lado y pretender que nada pasaba.

Yo estaba estupefacta, ni si quiera pude hablar. Finalmente me puse de pie y caminé hacia la salida sin decir una sola palabra. Estaba tan enojada conmigo por ser lo suficientemente estúpida por haberme involucrado en una relación tan tóxica. La peor parte fue que después de una semana lo dejé regresar por otro mes.

Y es por eso que nunca debes de tener un amor de verano.

Algo sospechoso
Bryan, 33

Comencé a salir con esta chica en verano, habíamos sido amigos por un año, siempre en plan de ligue, pero ambos veíamos siempre a otras personas. Eventualmente los dos nos quedamos solteros al mismo tiempo y comenzamos a salir. Estábamos en esta clase de área gris en donde se suponía que estábamos saliendo. Hasta que después de tres o cuatro semanas me confesó que no estaba sintiendo lo que esperaba sentir, que disfrutaba el sexo y todo, pero no sentía nada más profundo.

Yo respondí: "Gracias a Dios, yo tampoco"

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Después de eso, nada sucedió realmente, así que pensamos ¿por qué no seguir teniendo sexo? ninguno de nosotros había tenido un romance de verano antes, así que ¿por qué no tenerlo y de paso, coger? y fue extraño porque en realidad nos funcionó por un tiempo. Fuimos honestos el uno con el otro, aprendimos muchas cosas nuevas y no estábamos nerviosos ni asustados ni atrapados por emociones. Nos divertimos mucho.

A la mitad del verano, ella me dijo que había conocido a un chico nuevo y estaba interesada en él. No me sentí celoso. De hecho le di ideas para sus citas. Empecé a sentir que podría encontrar a alguien para salir conmigo. Ambos sabíamos que las cosas estaban terminando.

La última vez que salimos, ella vino conmigo para comprar un pez de mascota. Atravesamos el centro de la ciudad sólo para descubrir que la tienda se había mudado a otros 20 minutos más de distancia, entonces se quejó de que ya no quería caminar más y en lugar de eso quería regresar a mi casa y tener sexo. Recuerdo pensar: ¿pescado o sexo? habíamos caminado por 20 minutos y no quería irme con las manos vacías. Finalmente dijo que si no regresábamos a casa se iría.

Compré el pescado.

Y esta bien, en verdad. Si salir y comprar un pez y tener sexo son igualmente atractivos en tu mente, tal vez sea hora de colgar la toalla.

Juego de probabilidades
Jennifer, 33

Una noche de verano estaba súper caliente y decidí ver cuantos ligues podía tener en una sola tarde, así que puse un anuncio en Craigslist, buscando a varios hombres para armar un gang bang. El gang bang nunca sucedió y en lugar de eso terminé viéndome con cinco hombres diferentes, uno por uno. No quería que desfilaran todos frente a mis roomies, así que los cité en el callejón detrás de la casa y tuve sexo con ellos en el jardín.

Nunca sabes que tipo de persona contestará los anuncios de Craigslist: una vez me tocó un redneck llamado Rick que venía de los suburbios. Pero el último chico que me tocó, era super sexy y cogía bien. Para no hacer el cuento largo, él es mi novio ahora. Hemos estado juntos por tres años. Lo que demuestra que a veces los ligues de verano pueden funcionar muy bien. Sólo tienes que fijarte en tus probabilidades.

Él me dijo después que su primer pensamiento al verme fue estar agradecido de que no fuera un chico.