El viejo 'comandante Creisi' sirvió al Cártel del Golfo, pero antes estuvo dado de alta en el Ejército mexicano. (Imagen por Daniel Ojeda/ VICE News).
La misma fórmula es para las autoridades: si no quieren recibir dinero de la mano derecha, la izquierda siempre está lista para tirar plomo. No sólo controlan quién extorsiona, secuestra, mata o alinea policías, sino que también controlan los reportes de los ministerios públicos, "porque una plaza sin denuncias es un lugar que no se calienta y donde se puede 'jalar' sin problemas. Lo oficial no es la realidad", sentencia."Al gobierno no le conviene decir la verdad. Muchos estados llevan tregua con el narcotráfico"; es decir, los estados ceden.Dejan de reportar cifras. Pierden expedientes. Ordenan silencio a los reporteros y sus jefes. Capturan averiguaciones previas o carpetas de investigación sin folios y le dicen a la gente que están investigando aunque pasen años sin que aparezca una nueva pista sobre un homicidio, un desaparecido o un secuestro.'Las cifras oficiales están 'tijereadas'… porque esas también las controlábamos nosotros'.
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El expresidente mexicano Felipe Calderón rodeado de miembros del Ejército, la institución a la que encargó la lucha contra los cárteles de la droga. (Imagen por Ariel Gutiérrez/EPA).
En un esfuerzo por contribuir al entendimiento de esta 'guerra', VICE News cierra este 2016 con un trabajo periodístico de diez reportajes a través de los cuales ofrecemos a nuestra audiencia una lectura de lo que ha significado esta década para México. Un equipo de reporteros viajó a diversos estados de la República en busca de historias, que combinadas con un trabajo de diseño y de datos sobre el comportamiento de los delitos de alto impacto, ofrecemos a partir de hoy.'De la lucha contra el narco sabemos pocas cosas'.
Cuando Calderón llegó al poder existían, según la PGR, cinco principales organizaciones dedicadas al tráfico de drogas. (Imagen por Hans-Maximo Musielik/VICE News).
Pero poco después la PGR tuvo que agregar a su listado oficial a la Familia Michoacana que sólo tres meses antes de que Calderón ocupara la presidencia, se estrenaba mediante una sangrienta aparición. El 6 de septiembre de 2006 después de una fiesta en un centro nocturno en Uruapan, Michoacán, cinco cabezas humanas fueron arrojadas en el centro de la pista. "Esto es justicia divina", decía un cartel colocado al lado de los cráneos decapitados. Una imagen dantesca que se repetiría con el paso de los meses en casi todos los estados del país.'Nosotros estamos poniendo los muertos, los desaparecidos y los desplazados por violencia'.
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Durante cuatro años el gobierno de Calderón realizó un registro de víctimas de la 'Guerra contra el narco', después lo dejó de hacer. (Imagen por Hans-Maximo Musielik/VICE News).
Con todo, existen cifras que nos permiten tener cierta idea de lo que ha sucedido a una década de iniciada la guerra . ¿Los mexicanos vivimos ahora más seguros que antes, como lo prometió el gobierno?; es decir, ¿estamos menos expuestos a delitos como el secuestro, la extorsión, la desaparición o la trata? ¿Terminamos o siquiera menguamos el poderío de los grupos criminales? ¿Hay menos impunidad en el sistema de justicia de nuestro país? Esas son algunas de las preguntas que nos planteamos en VICE News durante la planeación de este especial.Por eso en cada reportaje exploramos un fenómeno diferente: comenzamos con este texto introductorio sobre la cifra negra de los delitos, y continuaremos abordando los delitos de homicidio, secuestro, extorsión, trata de personas, desapariciones, lavado de dinero, tráfico de armas, tortura y ejecuciones extrajudiciales.'La guerra es un fracaso para nosotros y un éxito para las potencias'.
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México entró en una espiral de violencia sin precedentes desde hace una década y los delitos de alto impacto van al alza. (Imagen por Hans-Maximo Musielik/VICE News).
Por otra parte, en México asistimos ya a una molestia y cansancio muy evidente de las fuerzas armadas. Apenas el 20 de octubre pasado, el propio ministro de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos admitió en una declaración pública —muy poco usual— que sus tropas enfrentaban un desgaste: "hay un desgaste; es obvio, estamos trabajando en todo el país, a toda hora, en todo momento; en la sierra y en las ciudades".Esto puede ser interpretado de distintas maneras. Primero, explica Froylán Enciso, como un rompimiento político con el actual presidente Enrique Peña Nieto, quien llegó prometiendo que iba a haber un cambo de paradigma: de la militarización y el enfrentamiento policiaco hacia la prevención. Ya estamos en el cuarto año de gobierno y evidentemente los militares siguieron en tareas de seguridad pública. No ha habido una salida formal del Ejército de la llamada 'Guerra contra el narco´ y esto es un "síntoma de la hipocresía y la incompetencia de Peña Nieto".La otra manera de analizar esa declaración de Cienfuegos "es que realmente hay un verdadero desaliento entre las tropas. Ellos no tienen que estar ahí y lo saben. No hay un marco legal que respalde su ejercicio en esta lucha. Están cansados de estar en los operativos y en la sierra sin recursos. De alguna manera los soldados también están sufriendo la guerra, no sólo como victimarios, sino como víctimas".'Hay un desgaste del Ejército, es obvio, estamos trabajando a toda hora y en todo momento'.
Para expertos consultados, la 'Guerra contra el narco' es un fracaso debido a que México está poniendo los muertos, los desaparecidos y los desplazados por violencia. (Imagen por Hans-Maximo Musielik/VICE News).