Carne en una cámara frigorífica y el carnicero Bobby Müller
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Cómo es matar animales para ganarse la vida

Le preguntamos al carnicero Bobby cómo es que duerme por las noches.

En el pequeño pueblo de Stein al norte de Suiza, al menos un ser vivo muere cada lunes. Por lo regular a manos de Bobby Müller.

Cada semana, los granjeros llevan su ganado a la carnicería de la familia Müller, donde Bobby, sus hermanos y un total de diez empleados han estado matando, deshuesando y vendiendo o cocinando animales para eventos de catering durante casi 30 años. Quería saber cómo afecta a Bobby el matar profesionalmente, y qué pasa por su mente mientras aprieta el gatillo. Entonces, fui a preguntarle.

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El carnicero Bobby Müller

Bobby Müller, de 60 años, ha trabajado en el negocio familiar como carnicero durante 28 años.

MUNCHIES: ¿Cómo fue para ti matar a un animal por primera vez?
Bobby Müller: Fue una sensación muy extraña. El primer animal que maté fue una cerda. Yo tenía 16 años. Mi padre también era carnicero y solía llevarme al trabajo con él, así que sabía lo que iba a pasar. Justo al comienzo de mi aprendizaje vi cómo se aturde a un animal [Bobby usa la palabra “aturdir” para describir el hecho de dar muerte a un animal] con una pistola de perno cautivo o una descarga eléctrica. Es increíble, un segundo el animal todavía está en pie, al siguiente, ¡boom! Cae sin vida al suelo. La primera vez que usé la pistola de perno fue algo intenso. Quería hacerlo bien, para que el animal no sufriera. Cuando murió, me asombré de haber sido capaz de hacerlo.

¿Y cómo es matar a un animal hoy en día?
Ahora es más fácil. Se necesita una actitud tranquila y saber exactamente lo que estás haciendo. Repaso mentalmente el plan para darle muerte a un animal, me adapto al animal en cuestión y trato de evaluar su estado de ánimo. Los animales reaccionan a la actitud de las personas: si realizo mi trabajo con calma y determinación, el animal lo sentirá. Antes de usar la pistola de perno [que mata dando un golpe fuerte en la cabeza] o las tenazas eléctricas [que matan al electrocutar al animal], pienso para mí mismo: "Está bien, es tu turno, te sacaré de tu miseria". Puede sonar un poco esotérico, pero creo que es mejor que apretar el gatillo impulsivamente.

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¿Cómo funciona exactamente el proceso de matar animales?
Todos los lunes enviamos a los animales a nuestro matadero. Primero, el veterinario evalúa el comportamiento de los animales y verifica cualquier hallazgo médico. Entonces, llega el momento de mantener la calma. Tan pronto como se abre la puerta del [vehículo] transportador, tratamos de estar tranquilos y ser cuidadosos, para limitar el estrés que experimenta el animal. Llevamos a los animales uno por uno al salón donde son sacrificados para que no tengan que ver las muertes de los otros animales. No creo que les importe, pero creo que así es más respetuoso. Luego aturdimos al animal, ya sea con la pistola de perno para ganado grande o con la pistola eléctrica para animales más pequeños, como las ovejas.

Una cuchilla en una carnicería

Destazar, deshuesar, cocinar: la carnicería Müller se encarga de todo.

Pero ese no suele ser el caso, regularmente vemos animales torturados en los mataderos, ¿no es así?
Especialmente en las granjas grandes, las cosas a veces son más brutales, sí. Allí, la carne a menudo es tratada como una mercancía. Cuando matas a diario, pierdes conexión con el animal y solo ves carne. Después de mi período de aprendizaje trabajé en una empresa de ese tipo. Sacrificaban un total de 260 cerdos en una hora. Eso también te afecta físicamente. Todos los días le quitaba la grasa abdominal a los cerdos con una garra de metal, y para el fin de semana mis dedos estaban completamente inflamados. Después de dos meses, renuncié. Creo que se debe valorar la vida de un animal. Eso lo puedo garantizar en una pequeña carnicería como la nuestra, pero en una gran empresa, eso no ya no es posible.

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¿Matar animales se convierte en una simple rutina en algún momento?
Hasta cierto punto, sí. En un determinado momento, aprendes dónde colocar la máquina para garantizar un aturdimiento rápido y correcto. Pero siempre he tenido problemas con los terneros. Les gusta chuparme los dedos cuando los llevo al matadero y simplemente son dulces y lindos. He tenido temblores y me he sentido mareado varias veces.

Media vaca en una cámara frigorífica

Una vaca sacrificada ese mismo día.

Podrías simplemente dejar de matar animales.
Los seres humanos han estado matando animales para comer durante mucho tiempo. En la Edad de Piedra, la gente [discutiblemente] arrojaba animales por los acantilados para cazarlos. Pero en el presente puedes matar a los animales humanamente por su carne. También es importante que sepamos de dónde viene la carne: de un animal vivo y no empacada de un supermercado.

¿Bajo qué circunstancias te negarías a sacrificar un animal?
Si no tuviera la oportunidad o el equipo para sacrificar al animal adecuadamente. Por ejemplo, la técnica de sacrificio en que un animal muere desangrado sin anestesia con un corte en el cuello, es algo que para mí no tiene sentido. Los sistemas nerviosos tanto de los humanos como de los animales están diseñados para mantener vivo a nuestro cuerpo incluso si sufrimos una lesión grave. La adrenalina nos mantiene conscientes, por lo que me resulta difícil creer que esa técnica sea un método libre de sufrimiento para matar a un animal.

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¿Matarías a tu propia mascota?
Sí, he tenido que hacerlo varias veces. Hasta ahora, yo mismo he matado a todos mis caballos cuando ha llegado su momento. Y a veces al perro de algún vecino. Pero siempre por motivos de salud.

¿Alguna vez has perdido el sueño debido a tu trabajo?
A mí no me ha pasado, pero un colega que trabajaba en un gran matadero hace unos años me dijo que no podía dormir por las noches. Sus colegas se emborrachaban siempre después del trabajo, pero él no podía. Terminó renunciando.

¿Muchos carniceros tienen problemas con la bebida?
No puedes hacer esa relación tan fácilmente. Sucede más en los mataderos de gran escala, que son como trabajar en una línea de ensamblaje. Yo mismo lo experimenté, estaba ocho horas en el lugar y lo único que hacía era trabajar. Me iba a casa por la noche y no podía relajarme porque todavía estaba lleno de adrenalina. Si bebes una cerveza después del trabajo en esas condiciones, sigues con esa misma actitud.

Como carnicero, debes ser consciente de que cada sacrificio es un nuevo desafío. No puedes volverte emocionalmente insensible y debes ser consciente de lo que estás haciendo. El trabajo, de hecho, es como una relación: tienes que estar en contacto con tus sentimientos y trabajar en ti mismo. Esa es la única forma de lidiar con ello.